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Los colores y la luz son elementos que han hecho que Antonio Rigo sienta pasión por la pintura. Ayer este artista inauguró su primera exposición en la galería El Temple (c/ Ramón Llull 18, Palma).

Una pasión que comenzó desde niño y que se acentuó hace 12 años durante sus clases en la Escuela del Mediterráneo de Torrens Lladó. Desde entonces, no ha parado de pintar. El óleo y la acuarela son las técnicas con las que este artista ha aprendido a plasmar, sobre tela, las impresiones que le aportan los paisajes de Mallorca, el mar y las flores. «El acrílico no me llama la atención» señaló el artista, «me gustan mucho los tonos pastel porque con ellos es muy fácil reflejar la luminosidad sin complicarme mucho con las mezclas», añadió.

Sus referentes en pintura son el valenciano Joaquín Sorolla, el americano Sargent y el sueco Zorn, tres artistas pertenecientes a la escuela luminista. Rigo confesó sentirse en el comienzo de una carrera artística en la que pintar «es una búsqueda constante de la perfección sin parar de descubrir cosas que marcan un estilo personal». Para él la pintura, aparte del dibujo, «es el color». «Un modo de transmitir las emociones del ser humano», explicó.

Impresionismo transmitido a través de 30 piezas, donde los espectadores podrán ver paisajes muy conocidos de la Isla, como los de Portals Nous o sa Pedrissa de Sóller. «En Mallorca hay una riqueza paisajística increíble», apuntó Rigo. «Se trata de obras que he creado con la intención de que reflejen calma, equilibrio y hagan que el espectador se sienta bien cuando las mire», añadió. Para el artista, lo esencial en pintura es la innovación, las ideas «incluso un poco de investigación», afirmó. «Creo que es necesario que las obras transmitan alegría y, cuando pinto, pienso en mi obra como elemento de decoración».

Contento por poder dedicarse por completa a hacer lo que le gusta, Rigo seguirá pintando, aunque en un futuro no descarta la posibilidad de dejar los paisajes para adentrarse más en la pintura abstracta.