Los invitados a la inauguración de ayer pudieron conocer las importantes mejoras del edificio. Foto: J.TORRES/T.AYUGA

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JONAS CLIMENT

El Centre de Cultura Sa Nostra reabrió ayer sus puertas tras haber permanecido cerrado ocho meses por una reforma estructural del edificio. El proyecto, que ha costado tres millones de euros, ha servido para reorganizar el espacio en beneficio de una distribución más inteligente y funcional, dotándolo de un aspecto más moderno y diáfano. Además, se han eliminado las barreras arquitectónicas y actualizado el equipamiento tecnológico en todas las dependencias.

Entre los cambios más significativos destacan la apertura de su jardín interior, que ahora cuenta con un acceso directo desde la calle, y el nuevo diseño y ubicación de la cafetería, más atractiva y visible. Además, se ha habilitado una sala polivalente, que servirá para acoger actos diversos tanto en su interior como en su terraza, cuando el tiempo lo permita.

Estas claras mejorías no le han costado al centro ninguna de sus antiguas dependencias, conservando así sus dos salas de exposiciones, el auditorio y sus talleres. Espacios que también se han beneficiado de la reforma ejecutada por los arquitectos Xisco Pizà, Iciar de Basterrechea y María José Duch.

El presidente de Sa Nostra, Fernando Alzamora se encargó ayer de reinaugurar el centro, acompañado de Pere Batle, director general de la entidad financiera; Andreu Ramis, director de la Obra Social i Cultural; y Francisca Niell, directora del centro.

Con motivo de la apertura se ofreció una visita a las instalaciones y un concierto de cuerda a cargo del Quartet Carmina, quienes interpretaron un repertorio compuesto por piezas de Mozart y Dvorák. Al evento acudieron representantes de cultura del Govern, Ajuntament y Consell, entre otras autoridades, clientes y amigos de la entidad.