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C.H. La literatura de Guillem Rosselló Bujosa (Bunyola. Mallorca, 1959) se caracteriza por la realidad que describe y por los personajes que en ella habitan. Ahora publica El secreter de Nacre, editado por Barcanova. Un libro que nos transporta a algún paraje mallorquín del siglo pasado y en el que se narra una historia «llena de misterio».

Rosselló Bujosa ha sabido compaginar su trabajo como profesor de secundaria, con su pasión por la escritura. «De pequeño me gustaba mucho leer a los clásicos, Moliére, Tolstoy, Balzac o Pushkin, entre otros», confesó el escritor, quien reconoció que empezó escribiendo relatos breves y pequeños textos que luego tiraba «hasta que mi amigo Josep Maria Llompart, me dijo que tenia talento». Desde entonces Rosselló ha trabajado con diversos géneros literarios como poesía, teatro y relato breve, pero señaló, que donde se encuentra más cómodo es haciendo novela para adultos.

Rosselló dijo que la clave de su obra se encuentra en los personajes «que van surgiendo» conforme los va escribiendo. «Intento que sean sorprendentes, con la intención de que el lector no se aburra». «Todos han nacido en mi imaginación y trato de expresar la ilógica humana que todos llevamos dentro».

El escritor señaló que la literatura mallorquina es demasiado localista. Después de haber recibido varios premios, Rosselló confiesa que se encuentra en un momento excelente de su carrera como escritor. Entre las obras que ha escrito destacan Flors per na Teresa (1996), De fanàmbuls i laberints (1999) o El boig (2004). En estos momentos, ya está haciendo las propuestas para ver escenificado en los teatros un guión con una dialéctica escenográfica, que romperá con todas las normas de escena.