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La película brasileño-argentina Tropa de Elite, de Jose Padilha, ganó ayer el Oso de Oro del Festival Internacional de Cine de Berlín, Berlinale, donde el cine latinoamericano brilló y en cuyo palmarés se advirtió el sello político del presidente del jurado, el cineasta griego Constantin Costa Gavras.

Padilha, con su film sobre la violencia y la corrupción policial en las favelas, se llevó lo máximo de Berlín, mientras que el mexicano Fernando Eimbcke, exponente de un cine más intimista, ganó el Premio Alfred Bauer y el de la crítica internacional, FIPRESCI.

El documental Standart Operating Procedure, de Errol Morris, ganó el Gran Premio del Jurado. El film, primer documental a competición en la historia de la Berlinale, reconstruye a través de las fotografías de torturas a presos iraquíes en Abu Ghraib y también de testimonios de quienes las infligieron, el caso que escandalizó al mundo. Al margen de la legítima intencionalidad de denuncia, la película fue recibida por la crítica como un producto fallido, más volcado en las declaraciones, y hasta justificaciones de los soldados torturadores que en las víctimas. El Oso de Plata fue para Paul Thomas Anderson con otra película de claro contenido político, There Will Be Blood, sobre el nacimiento del capitalismo petrolero descarnado, corrupto y corruptor. Se trata de un film épico apuntalado en la soberbia interpretación de Daniel Day-lewis, quien encarna la maldad y la falta absoluta de escrúpulos. El Oso de Plata para la mejor actriz fue para Sally Hawkins, por Happy-Go-Lucky, de Mike Leigh, una refrescante comedia; y el de mejor actor fue para el iraní Reza Najie, por Avaze Gonjeshk-ha (Song Of Sparrows), de Majid Majidi.