El cineasta José Martret busca en Cannes distribuidores para su cortometraje '¡¡¡Todas!!!'

«El corto es creativo», «El corto es joven», «El corto es mejor». Con estos eslóganes el Short Film Corner reivindica el valor del cortometraje en Cannes. Una sección donde no falta la representación mallorquina. Como ya anunció este periódico, Toni Bestard se encuentra allí para mostrar sus cortometrajes Equipajes y El Anónimo Caronte. Pero no será el único. Otro cineasta isleño, José Martret, presentará mañana, en un pase especial, su primer y último trabajo, ¡¡¡Todas!!!.

Martret espera vender en The Short Film Festival los derechos de difusión de su obra a distribuidoras de distintos países. De momento, anunció ayer desde Cannes que «estamos negociando con una empresa de Canadá muy interesada». Estos serán días de contactos, conversaciones e ilusión por ampliar el recorrido de una obra, rodada en 2007, que ya ha obtenido varios reconocimientos, como el premio al mejor cortometraje y mejor obra española en el XII Festival Internacional de Cine Gay y Lésbico de Madrid, entre otros.

Su propuesta, centrada en el mundo de las prostitutas transexuales, es «fuerte», un valor capaz de atraer tanto como espantar a potenciales compradores. Pero es también honesta. «Mucha gente aborda la prostitución transexual desde clichés y riéndose de los personajes, pero en ¡¡¡Todas!!! quisimos que resultara todo muy natural y dignificar la transexualidad», explicó el director.

El cortometraje narra la historia de Coral, una veterana prostituta transexual que se convertirá en guía espiritual y carnal de David, un joven llegado a Madrid para operarse y convertirse en mujer. El filme, de 27 minutos, está protagonizado por Vivian Caoba, Willy Toledo, Pepa Charro, Jorge Calvo y Fernando Estrella. Además, el vestuario está diseñado por Lorenzo Caprile.

¡¡¡Todas!!! es el grito de auxilio de las prostitutas transexuales de la película. La alarma que anuncia un peligro inminente. De amenazas, depravaciones o cualquier otra de las 'sorpresas' intrínsecas al oficio. Hacer la calle es muy duro. Pero al gritar todas acuden a socorrer a la nueva víctima de la noche. «Es un grito de solidaridad, algo que no existe entre banqueros o taxistas», explicó el director.