El retorno de Indiana Jones fue acogido ayer con aplausos, pero sin excesivo entusiasmo, por la crítica en el Festival de Cannes, en el pase de Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal.
La película de Steven Spielberg suscitó el entusiasmo del público que, al empezar la proyección, aplaudió estruendosamente. Tras poco más de dos horas de proyección, los aplausos del final fueron menos entusiastas, pese a que esta cuarta entrega no decepcionará a los fans, puesto que incluye todos los ingredientes de la saga y que transcurre en plena guerra fría, en los años 50.
Gomorra, la primera película italiana a concurso, gustó ayer mucho por su dura y realista visión de la mafia desde la vida diaria de sus peones menos importantes. El director, Matteo Garrone, que realizó el filme sobre una polémica y exitosa novela de Roberto Saviano, recibió la mayor ovación de la prensa hasta ahora en Cannes. El filme cuenta, sin juicios morales ni concesiones, la vida de un complejo de edificios en Nápoles en los que la ley la marcan los clanes mafiosos y en los que los niños crecen rodeados de drogas, de armas y de violencia.
Un niño de Montevideo, de 13 años, judío, de familia bien, con la cara llena de granos, es el entrañable personaje del debutante Fernando Veiroj para dar una visión en apariencia inocente de la adolescencia y del mundo adulto, en Acné presentada ayer en la sección Quincena de Realizadores del Festival de Cannes.
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