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NEUS AGUILÓ El Museu de Mallorca ha reabierto temporalmente las dos salas de exposición permanente de arte barroco, a la espera de que se produzca la reforma definitiva de la Secció de Belles Arts del museo, que contempla la adaptación y la mejora de accesibilidad del edificio prevista por el Ministerio de Cultura.

La reordenación de las salas ha provocado algunos cambios en la ubicación de las obras expuestas, especialmente en la Alcova del Casal dels Comtes d'Aimans; en este espacio se han incorporado cuatro piezas de gran valor, una escultura anónima de Sant Sebastià tallado en madera policromada y perteneciente a la segunda mitad del siglo XVII; y tres telas de pintura barroca italiana, cuyo estilo refleja la influencia napolitana, depositadas de manera indefinida por su propietario Joan Puigdorfila Villalonga y que se encuentran en el museo desde 2003: Paris i Helena, de Mattia Pretti; Caín i Abel, de Filippo Vitale y La caritat romana, de Niccoló Simone.

La serie de pinturas ponen de relieve el momento en el que Mallorca mantenía importantes relaciones comerciales y culturales con Italia y Malta a través de los hermanos Cotoner, grandes maestros de la Orden de Malta durante el XVII.

Pere Joan Martorell, director general de Cultura y Joana Maria Palou, directora del Museu de Mallorca asistieron al acto de presentación de la reapertura de las salas junto con Joan Puigdorfila, quien ha cedido otras cinco obras que se encuentran pendientes de restauración y quien manifestó su satisfacción «porque estas obras se encuentren a disposición del museo y por promover iniciativas como ésta».