El elenco que formará parte de 'El fantoche de la opereta', el musical que se estrenará mañana en Oviedo.

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CARLOS RUIZ

Mañana se estrenará en el teatro Campoamor de Oviedo la adaptación teatral de las historias de cómic, Mortadelo y Filemón. Manel Barceló será el 'siempre caótico' profesor Bacterio con sus ingeniosos inventos a la vez que catastróficos. El actor mallorquín, más allá de su faceta teatral, intervendrá en piezas musicales y en coloridas coreografías. El título del musical es El fantoche de la opereta, en esta ocasión y siempre con la colaboración del chiflado profesor, los agentes de la T.I.A. intentarán dar caza a un 'peculiar' fantasma de la ópera. La obra se representará en distintas ciudades de España; hasta el momento sólo están confirmadas Madrid y Barcelona. El estreno del espectáculo coincidirá con el 50 aniversario de los personajes creados por el dibujante Francisco Ibáñez, que asistirá al debut teatral de sus hijos predilectos.

-Los personajes de Mortadelo y Filemón nacen en 1958 y usted en 1953. ¿Cuándo los leyó por primera vez?

-Cuando tenía diez años trabajaba de monaguillo y después de ahorrar conseguí comprarme un TBO. En aquella época comprarse un cómic costaba tanto como adquirir un ordenador hoy en día.

-Esta extraña pareja abarcan muchas generaciones. ¿Qué público espera?

-Pueden ir el abuelo y el niño, es una obra para toda la familia.

-¿Hasta qué punto en la obra de teatro, sin efectos especiales, se es fiel a las aventuras de los agentes de la T.I.A.?

-Primero se ha intentado buscar actores que tuvieran un parecido físico, y realmente creo que se ha conseguido, y luego hay que tener en cuenta que se ha realizado un gran gasto (4.000.000 euros de presupuesto). La compañía encargada de los efectos especiales es la misma que intervino en la película Matrix.

-Como actor, ¿en qué se ha fijado más para adaptar el personaje, en la película o en el cómic?

-En el cómic. La película va muy rápido, salí mareado del cine y no es real, el argumento es muy liado.

-Nunca antes había encarnado un personaje de cómic. ¿Cómo está siendo la experiencia?

-Es un reto, es muy diferente a todo, además nunca antes había participado en un proyecto de esta magnitud. He aprendido a cantar y bailar. Hay especialistas para todo, hay más de 350 vestidos. Sin duda, lo más duro ha sido separarme de mi familia en Mallorca.

-Hablemos de su personaje. ¿Cómo es el profesor Bacterio?

-Realmente él no es gracioso pero en base a él y sus inventos se crean las mejores bromas.

-Siempre he tenido una duda. ¿El profesor Bacterio está loco?

-Yo diría que no, pero creo que representa al típico niño listo de la clase, que de tan listo se vuelve majareta.

-¿Pica la barba?

-Sí, y da mucho calor. Me siento como una momia. Es complicado.

-¿Cómo ha sido trabajar con el director Ricard Reguant?

-Enriquecedor, te deja libertad. Es sobrino de los dueños del teatro Romea y conoce bien este mundo. Hay gente que le critica pero tan solo reciben criticas aquellos que trabajan mucho. Más allá de lo profesional, como persona es encantadora.