Imágenes del Castell d'Alaró, restos de una edificación que el Consell quiso restaurar, labor que nunca se pudo llevar a cabo.Ruinas.

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MARIANA DÍAZ

El Castillo d'Alaró, lo que son los muros de la fortificación, en ruinas, pertenecerían al Estado, según ha podido saber Ultima Hora en virtud de un expediente de afectación que se cerró en noviembre de 1969 entre los Ministerios de Hacienda y Educación y Ciencia. En dicho expediente se dice entonces que el castillo está «en ruinas» y también se explica que era propiedad del Estado «en virtud de las leyes desamortizadoras».

Según un documento de noviembre de 1968, el Ministerio de Hacienda declara enajenable el castillo porque «no cumple finalidad alguna en el Patrimonio del Estado, ni es susceptible de aplicación a servicios públicos». Parece, por estos y otros documentos en poder de este diario, que la dirección general de Bellas Artes del Ministerio de Educación y Ciencia se interesa por el inmueble, por lo que solicita a Hacienda que de por finalizada la enajenación del mismo y se lo transfiera.

Transferencias

Guillermo Rosselló Bordoy, que entonces era el delegado de Bellas Artes del Ministerio en Balears, recordaba ayer a este diario la propiedad del Estado y que cuando en 1983 tuvo lugar el traspaso de transferencias a la Comunidad Autónoma, «no constaba» que el castillo formara parte del mismo, como tampoco fueron en el paquete Pol.lentia, Ses Païsses, el Museu de Mallorca o el Arxiu del Regne, entre otros edificios patrimoniales.

Fue el 18 de noviembre de 1969 cuando en Balears se procedió «a la entrega al Ministerio de Educación y Ciencia, dirección general de Bellas Artes, del Castillo de Alaró, propiedad del Estado, según un acuerdo de la dirección general de Patrimonio del Estado, en 11 de abril de 1969».

Los documentos explican que «es propiedad del Estado por incautación que se efectuó en virtud de las leyes desamortizadoras y figura inscrito en el Registro de la Propiedad de Inca», añadiendo que «limita por sus cuatro lados con finca de don Antonio Ordinas Pons».

«Algunos muros, la puerta de entrada y la torre del homenaje» fue lo que se traspasó a Educación y Ciencia.

Cuando Damià Pons fue conseller de Cultura i Patrimonio del Consell, a finales de los años noventa, lideró la redacción de un ambicioso plan de recuperación de los denominados castillos roqueros de Balears.

El Pla de Castells incluía intervenciones de rehabilitación de los mismos para ponerlos en valor con fines culturales y turísticos. Entonces también, como en los años sesenta, se explicaba que el de Alaró era el que se encontraba en peor estado de conservación.