TW
0
A.LARGO/NICO BRUTTI Llegaron el viernes a la Isla, «contentos» y con ganas de reencontrase con el público mallorquín. Hacía tres años que Violadores del Verso no actuaba en Mallorca y sus cuatro integrantes regresaron para presentar ayer su último trabajo, Vivir para contarlo, en el Palma Arena.

Horas antes del concierto, el grupo zaragozano llegaba al recinto para realizar las pruebas de sonido. «Hay nervios, ahora empieza el proceso de mentalización, de hacer las pruebas y de imaginarte cómo será el concierto». Fieles a sí mismos y «sin pretensión de querer convencer a nadie de nada», se preparaban para subir al escenario.

Los teloneros, Talegueros y Lytos, calentaron motores ante unos 2.000 espectadores. Violadores del Verso llegaron con algo de retraso, pero pasaron por el Palma Arena dejando una estela densa y nítida del rap más contestatario, del hip hop en estado puro. La banda zaragozana hizo añicos la cabeza de miles de personas anoche en el velódromo palmesano, dándole su propia medicina a un público entregado y muy participativo. Con una puesta en escena sorprendente, Hate, Lírico, Kase.O y R de Rumba, entregaron a lo largo del set no sólo su nueva producción, sino que volvieron a sus clásicos para recrearlos como ninguna otra agrupación de rap sabe hacerlo.

Hablan su propio idioma. El rap es su arma y las rimas sus aliadas, mostrando las formas a los ritmos, amasando sílabas, doblando consonantes y machacando vocales, no hay límites en su métrica y mientras haya mundo, hay algo que contar, para eso hay que vivir para contarlo.

No necesitan que se hable de ellos para saber que son los mejores. Pura aritmética en el ritmo y la rima. Ocho Líneas, Vivir para contarlo, Nada Más o Filosofía y Letras son sólo algunos ejemplos incluidos en Vivir para contarlo.

Pero también hubo tiempo para las improvisaciones. Con el público ya entregado, con todo el mundo olvidando si el concierto era el final de una gira o el comienzo de otra, con todas las cabezas moviéndose con el flow de un grupo que sirve el rap crudo y duro, hip hop para adultos.

Superando expectativas, entusiasmando incluso a sus detractores y rezumando contundencia, la publicación de Vivir para contarlo es un hito. Por primera vez un grupo de hip hop entra directamente en el número uno de las listas de ventas del país, disco de oro en una semana. Incontestables y demostrando que sin el apoyo de las radiofórmulas ni los medios masivos, solamente elevados por una legión de fieles seguidores es suficiente para convertirse en un fenómeno que ya trasciende de las coordenadas estrictamente del hip hop. Violadores del Verso se calibra a nivel europeo, como uno de los grandes grupos del viejo continente.