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NICO BRUTTI Manolo García salió ayer el escenario del Palma Arena con una banda menguada. La causa, que algunos de los músicos no pudieron coger su vuelo a Mallorca debido al trágico suceso ocurrido en el aeropuerto de Madrid. Así lo contó ayer el intérprete y compositor, que comenzó su actuación con la canción Provincia de Río Negro ante un aforo calculado por parte de la organización entre 7.000 y 8.000 personas.

Cancelación de vuelos y retrasos en Barajas. Por eso el artista sólo estuvo acompañado sobre el escenario palmesano por cinco músicos. Tras los saludos y las explicaciones, continuó la música y sonaron A quien tanto he querido, Sólo amar y Morder el polvo.

El macro escenario del Arena estaba decorado con citas de colores y estrellas. García presentó su nuevo disco, Saldremos a la lluvia, editado y puesto a la venta en mayo del corriente año. Gran parte del álbum se grabó en Creta (Grecia), con importantes influencias de la música griega. Resulta un trabajo más claro que de costumbre en cuanto a las realidades sobre las que Manolo quiere hacer reflexionar, con especial énfasis en la ecología. Cuenta con la colaboración de músicos de Ojos de Brujo y las mezclas corrieron por cuenta de Neil Dorfsman, ingeniero de sonido que ha trabajado con Eric Clapton, Mark Knopfler u Oasis.

En el álbum, menos eléctrico y más sereno que los trabajos habituales del artista oriundo de Barcelona, destacan baladas como Los cítricos amantes, escasos temas rockeros como Provincia de Río Negro, -la que ayer abrió- y, sobre todo, composiciones en medio-tiempo como, Saldremos a la lluvia, Tu pequeña tienda o el primer sencillo del álbum, No estés triste.

En la primera semana que estuvo a la venta se colocó primero en la lista de Promusicae y obtuvo un disco de platino. Este es su cuarto disco como solista, etapa de la que no se ha movido desde 1998, cuando lanzó al mercado, Arena en los bolsillos.