Interior de Ca n'Alluny, en Deià, donde vivieron Robert Graves y Laura Riding, hoy casa-museo.

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CARLES DOMÈNEC (BARCELONA) La novena edición de las Conferencias Internacionales Robert Graves tendrá lugar entre los días 9 y 13 de septiembre en el St John's College de Oxford, organizada por la Robert Graves Society bajo el tema genérico de Innovación y Tradición: Robert Graves en el siglo XX. Uno de los ponentes será el investigador inglés Mark Jacobs, quien está a punto de publicar el libro Laura (Riding) Jackson and Robert Graves: A Literary Partnership (Una sociedad literaria).

Laura Riding convivió varios años con Graves en Deià. Jacobs conoció a la escritora americana cuando estudiaba en la Universidad de Leicester, en 1970. «Le escribí en busca de ayuda y derivó en 20 años de correspondencia hasta su muerte, en 1991», explicó. Para Jacobs, «Robert Graves es un poeta muy conocido aunque yo siempre he tenido muy claro que se apoderó de parte de la obra de ella y la publicó en sus propios libros».

La Guerra Civil española provocó la marcha de Mallorca de los Graves y Riding, y la relación se acabó poco después. En 1946 la familia Graves regresó a Mallorca. Jacobs reseñó que «según las cartas que Laura me mandó, ella solicitó a Graves que quemara las obras que aún estaban en Ca n'Alluny, en Deià, cuando él regresó a la Isla después de la Segunda Guerra Mundial». El académico añadió que «en los años setenta, un amigo que había estado con Beryl Graves [segunda mujer de Robert] le contó que algunas de sus cosas estaban aún ahí, incluido el manuscrito La Palabra Mujer». Jacobs afirmó que el texto supuso «La base de Graves para La Diosa Blanca», y expuso que «una parte muy importante del argumento de La Diosa Blanca se basa en el lenguaje y las palabras que aprendió del estudio y del trabajo con ella». Jacobs defendió que «no hay ningún problema por aprender de alguien, pero él no lo reconoció nunca».

Jacobs también se refirió a que «Graves cogió las cartas que Laura había publicado en el libro Everybody's Letters (1933) y las volvió a publicar en la introducción de Poems de Norman Cameron (1967) en Hogarth Press». El inglés manifestó que «hay otros ejemplos, como algunos versos robados del poema Fragments en A Joking Word (1930) o, mucho más tarde, Ogmian Hercule». Jacobs sostuvo que «Graves tomó ideas de ella, pensamientos y su filosofía, para construir su carrera desde 1940, en libros como The Reader over your shoulder y La Diosa Blanca».

William Graves, hijo del célebre literato, rebatió la idea de plagio y dijo que «lo que ella cuenta no tiene nada que ver con las tesis de mi padre». William indicó que «al regresar en 1946, el manuscrito ya estaba a punto para ser publicado», y matizó que «los estudiosos de mi padre no se toman en serio nada de esto», aunque expresó que «hemos querido invitar a Mark Jacobs a dar una conferencia en Oxford pensando en ofrecer una tertulia». William Graves añadió que «Laura Riding abandonó la poesía en 1939 y cuando su marido murió quiso volver y atacar». Para el descendiente de Graves, «ella vivía de los hombres, estaba en la Universidad y no acababa su licenciatura, la echaron del grupo Los Fugitivos y después estuvo con mi padre, rompió el matrimonio que tenía, y mi padre ganaba el dinero y ella se lo quedaba por derecho». William explicó que «le molestó el éxito de Yo, Claudio y otros libros, y en el [año] 38, cuando publicaron los dos sus poesías, mi padre obtuvo una gran aclamación, mientras que ella, en la prensa inglesa, fue un desastre». No obstante, «mi padre nunca dijo nada en su contra y siempre la definió como una buena poetisa», completó Graves.

Sobre La Diosa Blanca, William dijo que «el editor fue T. S. Elliot, quien conocía a los dos, y quien no se habría metido en líos si no lo hubiera visto claro». En el fondo, y a pesar de la polémica suscitada con el anuncio en el rotativo inglés The Independent de la próxima publicación de las investigaciones de Mark Jacobs, William Graves se mostró «encantado de que se escriba sobre todo esto porque hace que la gente lea las obras de mi padre».