Los actores se convierten en terapeutas emocionales. Foto: SERGE CASES

TW
0

ANA LARGO

Tricicle homenajea al actor David Garrick, considerado el primer risoterapeuta de la historia por su destreza en la comedia. Tal fue el dominio del inglés del género y sus grandes dotes para hacer reír, que en pleno siglo XVIII sus actuaciones fueron recomendadas por los médicos de la época para sanar los males del alma provocados, sobre todo, por las consecuencias sociales de la revolución industrial, como los extensos horarios, el consumismo y las depresiones.

Garrick, estrenada en junio del año pasado por la compañía Tricicle, «ha rodado bastante, con lo cual ha ido mejorando y está al cien por cien». Ahora recala en el Auditòrium de Palma, donde fue estrenada ayer por la noche y donde podrá verse en la Sala Magna hasta el próximo 5 de octubre.

Joan Gràcia, Paco Mir y Carles Sans, el trío de humor gestual, se transforman en auténticos médicos del humor en este montaje, cuya finalidad es «hacer reír» y mostrar al público «los beneficios de la risa».

El «espectáculo-conferencia», así definen Garrick, permite el desarrollo de diferentes técnicas por parte de los actores, «algunas se ponen por primera vez en escena» con la intención de mostrar, a partir de sketch, los mecanismos del cerebro para hacer reír.

Tricicle se adentra en la renovación, la evolución y la experimentación, pero conservando su sello característico, el que le ha definido dentro de la escena nacional e internacional durante casi tres décadas. «Buscamos una manera de expresarnos siempre diferente. Cuando empezamos un espectáculo siempre tenemos miedos y volvemos a la incertidumbre de los inicios», aseguran.

La experiencia es un grado y Tricicle sabe, ante todo, «lo que no queremos hacer». Por ello, «continuamos haciendo lo que sabemos que hacemos bien», aunque en su dilatada carrera han probado con otros campos como las series de televisión, los guiones de cine, las campañas de publicidad o los programas de radio.

Durante cuatro meses, Tricicle trabajó en la confección de Garrick, pero, «en realidad, son 29 años porque, sin nuestra trayectoria, no lo podríamos haber hecho», explicaron. Los cómicos confesaron ayer que Palma es «una ciudad agradable para venir, el público mallorquín es muy cálido y está acostumbrado a ver muchas cosas». Esta nueva propuesta de los catalanes llega a la Isla con el propósito de que el público olvide sus problemas, se adentre en la terapia del humor y suba la pobre media de veinte risas diarias por adulto.

Garrick. Tricicle. Auditòrium de Palma. Hasta el 5 de octubre. Entradas en taquilla y Servicaixa.