Las obras han dejado a la vista los restos estructurales del bastión de la muralla adosado a la iglesia.

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ELENA BALLESTERO

Las obras de reforma del aparcamiento situado junto a la iglesia de Alcúdia han dejado al descubierto los restos estructurales de un bastión construido sobre la muralla medieval en el año 1543 y que fue derribado después de la Guerra Civil Española.

Se trata del tercer bastión de la muralla medieval, incorporado a la misma junto al bastión de la Porta Rotja y al de la Porta del Moll durante una reforma documentada en 1543, «posiblemente, con el objetivo de poder incorporar maquinaria pesada a las murallas», según explicó el arqueólogo asignado a la obra, Miquel Àngel Sastre.

El hallazgo no ha sorprendido al Ajuntament d'Alcúdia, promotor de la reforma del aparcamiento, ya que existen fotografías de la muralla anteriores al derribo del bastión que hacían prever la posible presencia de restos bajo el asfalto. De hecho, la reforma municipal dispone desde su inicio, hace ahora tres semanas, de un arqueólogo que supervisa todos los trabajos, una prescripción impuesta por el departamento de Patrimoni del Consell de Mallorca.

La ubicación de los restos estructurales coincide con la zona ajardinada prevista en el proyecto municipal, por lo que el Ajuntament d'Alcúdia limpiará y señalizará los restos que quedarán a la vista y los integrará en la citada zona ajardinada. Se modificará ligeramente el proyecto trasladando un pequeño acceso peatonal que, en lugar de cruzar los restos, los bordeará para favorecer su visualización.

Sólo se ha excavado el ámbito de la obra municipal, así que la parte del bastión que queda a la vista es la más próxima a la iglesia, aunque todo parece indicar que éste continúa bajo el asfalto de la avenida principal, donde no se prevé ninguna intervención.

El hallazgo de restos históricos en la zona no es una novedad. Hace poco más de un año, la reforma de la plaza y las casas de Can Ramis, situada sólo a unos metros, ya dejó a la vista parte de la muralla renacentista.

Dentro del ámbito del proyecto de reforma que ahora se ejecuta junto a la iglesia, existe también una cueva funeraria prehistórica que hasta ahora no podía visitarse y que, una vez realizada la reforma del aparcamiento, tendrá un acceso a través de una escalera. Se trata de una cueva artificial de la que sólo se conserva aproximadamente la mitad de la superficie, dado que la construcción de la muralla medieval la partió por la mitad.