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L.MOYÀ/A.LARGO La consellera insular de Cultura, Joana Lluïsa Mascaró, se mostró ayer muy enfadada con el portavoz del PP en el Consell, Jaume Font, por las acusaciones de mobbing que, según Font, se están produciendo en la Fundació Teatre Principal. Mascaró pidió una «rectificación» pública y aseguró que «no se ha echado a nadie» de la fundación. Font no se retractó y se reafirmó en sus recriminaciones.

El conseller popular Bartomeu Martínez fue el encargado de defender la interpelación durante el pleno del Consell. Martínez acusó a Mascaró de «no actuar como interlocutora» con los empleados del Principal. «En el teatro sólo funciona el mando y ordeno, se está ignorando a los sindicatos y a los trabajadores», dijo Martínez.

Mascaró, por su parte, afirmó que, en 2007, se aprobó el nuevo organigrama del Principal, que luego se adaptó. «Se creo una nueva área, la de jefe de producción, cuya contratación se denunció ante Inspección de Trabajo». Al acudir el inspector, se percató de que «todos los contratos de la fundación estaban en fraude de ley», por lo que, los anteriores a enero de 2008, tuvieron que adaptarse y convertirse en «indefinidos».

En respuesta a la denuncia realizada por el Partido Popular, un amplio grupo de trabajadores del Teatre Principal tomó ayer la iniciativa de redactar una carta, remitirla a los consellers del PP e informarles, según han explicado a este periódico, de que «no nos sentimos defendidos por ellos y no compartimos esta denuncia porque no estamos siendo acosados ni padeciendo ningún tipo de mobbing».

Estos mismos trabajadores confesaron su malestar con los representantes sindicales por haberse reunido, a espaldas de los trabajadores, con los miembros del patronato de la Fundació Teatre Principal para contarles su versión personal de un conflicto que luego, añaden, se ha utilizado «como arma política». Asimismo, algunos trabajadores tienen la sensación de que los representantes de los sindicatos «utilizan su situación para resolver determinadas cuestiones en beneficios personales, propios o de otros».

Ayer circuló el rumor de que algunos trabajadores del Principal estaban siendo coaccionados y presionados para firmar la misiva remitida al Partido Popular. Luego, en el pleno, fue Jaume Font quien anunció estas sospechas. Algunos de los firmantes negaron estas acusaciones y explicaron que en ningún momento circuló dicha carta por el teatro. Además, afirmaron que no ha sentado bien que durante el pleno se expusieran casos personales y se difundiera el sueldo de algunos de los trabajadores del Principal.