El cortometraje Microfísica, del realizador Joan Carles Martorell (Palma, 1981), se presentará en marzo en el certamen ZEMOS 98 de Sevilla después de haber pasado en febrero por el de la ciudad francesa de Clermont-Ferrand. Todos los materiales en bruto de la filmación, que cuenta con la colaboración económica del Grup Serra, se han alojado en Internet en la dirección (www.microfisica.com/remix) disponible para todo el mundo. «Cualquier persona se los puede descargar y trabajar con ellos, y se podría dar el caso de que alguien montara las secuencias de otra manera, pusiera otra música, lo enviase a un festival y ganase», explicó Martorell.
El cineasta añadió que «con la revolución digital todo lo anterior se desmonta y toma otro sentido», y aseguró que «en este país existe un hueco generacional con personas muy celosas de sus imágenes».
En cuanto al trayecto de Microfísica, Martorell apunta que «el festival de cortometrajes de Clermont-Ferrand es el más importante del mundo, se recibieron 6.400, de los que 245 eran españoles y sólo entramos dos en el programa oficial de 80 realizaciones».
La participación en el 46 Festival Internacional de Cine de Gijón abrió las puertas a Microfísica para que se pudiera ver en el 13 Festival du Cinema Espagnol de Toulouse y se proyectara internacionalmente. En Chicago obtuvo el premio Award Gold Plaque en el concurso a las producciones realizadas en el estado de Illinois, ya que Martorell rodó Microfísica en Chicago, así como en Barcelona. «Es un relato con cuatro actores y muchas capas que cuenta la historia de un ingeniero aeronáutico a quien, después de mucho trabajo en Barcelona, le sale una oferta de trabajo en Chicago». Los protagonistas son los actores Rubén Ametllé y Cristina Gámiz. La ciudad del estado de Illinois cuenta con la sede de la empresa Boeing y con el acelerador de partículas más grande del mundo en funcionamiento, un factor importante en la película. «Las relaciones humanas tienen mucho de ciencia y ésta, posiblemente, tiene mucho de sentimiento», apuntó el director.
Martorell empezó con el productor Toni Verd a pensar en Microfísica después de haber rodado Noches blancas (2002). «Está inspirada en unos hechos reales que jamás sucedieron: yo estaba con la que era mi novia y teníamos que hacer un viaje a Nueva York que, por razones externas, no se hizo nunca», desveló Martorell, a quien le interesó «la posibilidad de un último viaje al extranjero de una pareja». El realizador aseguró que «el rodaje ha sido un proceso muy creativo en el que todos los miembros del equipo ayudaron a construir la estructura final de la historia». La música original ha sido compuesta por Ferran Cruixent e interpretada por la Orquesta Sinfónica de Bratislava (Eslovaquia).
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