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A.LARGO/A.ACEDO Hace más de medio año que tuvo lugar el concierto monumental Carmina Burana, de Carl Orff, en la plaza de toros de Palma y los músicos mallorquines que participaron en el espectáculo, unos noventa, aún «no han cobrado ni un euro por su trabajo de una semana de ensayos y el posterior concierto».

Coordinados por la Associació Música i Joves, una orquesta de 70 músicos y 20 coristas mallorquines, además de 50 coristas más de Barcelona, actuaron en esta ópera, organizada por la empresa Event Consulting Internacional y promovida por su director, Frank Lichte.

«Al darnos largas y al cerrar su oficina en la Isla, en diciembre pusimos una demanda-proceso minoritario para reclamar la deuda en el juzgado número 15 de Palma y que, sin llegar a juicio, se ha resuelto a nuestro favor», explicó Xisco Blanco, presidente de la Associació Música i Joves. Pese a ello, el pago aún no se ha hecho efectivo.

Frank Lichte, que dejó también la Isla, explicó ayer a este periódico que «Carmina Burana no cumplió con las expectativas, los costes fueron muy altos y la venta de entradas, menos de las esperadas». Sin embargo, desde Música i Joves apuntan que al espectáculo asistieron unas 2.400 personas "«un éxito para la clásica en Mallorca»", que abonaron entre 55 y 250 euros, y critican que el director de la empresa sí afrontara «los costosos gastos de la producción escénica, a cargo de Art Concerts», y el resto de «gastos técnicos y artísticos alemanes», incumpliendo los compromisos contractuales asumidos con los profesionales locales.

Frank Liechte, quien durante casi once años ha trabajado en la Isla, alegó que no sólo no le funcionó el espectáculo de la plaza de toros, sino que tampoco otros eventos que organizó en 2008. El promotor dice tener «buenas intenciones», por lo que los músicos esperan cobrar la deuda de unos 24.000 euros.