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JOAN CABOT «Siempre pienso que es la última historia en la que me meto», comenta Julio Molina con la misma voz quebrada con la que canta ahora al frente de Urtain. Molina era al guitarrista y motor compositivo del grupo Mineral Water durante los 90, quienes transitaron por tierra de nadie cantando en castellano cuando todos lo hacían en inglés y abrazando un power pop resuelto en plena marejada indie.

El grupo se separó en 2003, pero Molina siguió componiendo por su cuenta hasta formar Urtain y publicar con el sello madrileño Lucinda Records un primer álbum que abre el abanico de referencias de su anterior proyecto sin rumbo fijo. «Ahora mandan las canciones», sentencia. «Me apetecía sacudirme de encima el corsé del power pop y probar cosas nuevas, aunque algunas canciones podrían formar parte de la última época de Mineral Water. En Urtain me siento libre de introducir una línea de bajo soul o cualquier otra cosa que pida la canción».

Con Lucinda Records, una suerte de subsello de Subterfuge creado por Vicente Rana y guiado por su perenne pasión, han fichado por cuatro discos. «Lucinda es puro idealismo. Ambos tenemos los pies en el suelo y tienen claro que quizás no somos el tipo de grupo que va a gustar al público tradicional del sello».

Porque Canciones selectas en conserva, el primer trabajo de Urtain, puede sonar a ratos abiertamente comercial, sin complejos. «Me siento tan cerca de Wilco y Elvis Costello como de Los Rodríguez. La palabra madurez es algo fea, pero con la edad vas dejando atrás ciertos prejuicios y comprendes que nadie se mete a artista para tocar en un bar para tres personas. Lo importante es hacer algo en lo que creas».

El grupo, que completan Lluís Matas (guitarra), Toni Trobat (bajo) y Gabi Marcos (batería y ex miembro también de Mineral Water), actuará el próximo 11 de septiembre en la X Fira del Disc de Mallorca y organiza para octubre un pequeño festival pop con Orleans, Plato Vacío y los resucitados Goodfellows en el nuevo Harlem Café del Molinar de Palma.

Molina también prepara una pequeña gira por bares de la capital, donde ya ha actuado con su banda en varias ocasiones, en formato acústico. «La mayor sorpresa fue encontrarme a gente en Madrid que aún se acordaba de Mineral Water. No tuvimos mucha repercusión, pero los hay que aún nos recuerdan con cariño». Dicho esto con un justo punto de orgullo.