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La historia del animador Daniel Martín Peixe se sostiene en pilares sólidos: formación, trabajo y perseverancia. Éstas son las claves del éxito de un mallorquín de 32 años al que hoy le abren las puertas de Disney. La veterana industria norteamericana no es la primera vez que se interesa por el trabajo de Martín Peixe, lo hizo hace unos años cuando preparaban la tercera parte de Toy Story, que, finalmente, se canceló. Aquella 'anécdota' le motivó «sólo por el hecho de haberles interesado», confiesa.

Ahora vuelven a reclamarle y será a partir del próximo mes cuando se incorpore a su plantilla con Rapunzel, «una fábula clásica con la que Disney regresa a producciones como Aladín, La Sirenita o La Bella y la bestia, clásicos de su época dorada de los noventa», comenta. Después de unos años 'malos', Disney se recupera y apuesta por «poner de moda otra vez la animación tradicional», por lo que a final de año estrenará Tiana y el sapo.

A Martín Peixe siempre le llamó la atención la animación, «intentaba copiar lo que veía en televisión o en el cine», dice. Este interés por el cómic, el dibujo y las historias, se materializó con la edición, junto a unos amigos, de un fanzine amateur en Palma. Tras su paso por la Escola de Disseny, logró una beca del Consell de Mallorca de un millón de pesetas y se marchó a Londres a seguir su formación. Fue el inicio de una carrera que empezó de la mano de los estudios Uli Meyer y que continuó más tarde con el filme Valiant, su incursión en el largometraje de animación. «En Londres aprendí una base sólida de lo que es este trabajo, allí la industria se mueve mucho más que aquí, sobre todo, hay mucha animación en publicidad», explicó Martín Peixe.

El mallorquín regresó hace unos días a la Escola de Disseny de Palma para impartir una conferencia y hablar sobre su trabajo. «La verdad es que cuando empecé la tecnología no estaba nada avanzada, ahora es más accesible y ha facilitado que gente con talento y pasión pueda sacar proyectos adelante». Pero advierte: «Los estudios buscan a gente preparada, con formación tradicional. Hay que moverse, salir, arriesgar y coger experiencia».

Su periplo Disney comienza sólo en unos días y será en las navidades de 2010 cuando podamos ver su nombre en los títulos de crédito de Rapunzel.