La Biblioteca Diocesana iniciará en breve reformas en sus sistemas de seguridad, climatización y electrificación. Las obras se realizarán gracias a una subvención otorgada por el Govern que suma 200.000 euros. La mitad se abonará este mismo año y el resto, entre 2010 y 2011.
Estas medidas pretenden «potenciar el trabajo de los investigadores, ya que este centro no quiere ser un espacio que almacene documentos, sino un centro cultural activo», explicó ayer Gabriel Seguí, director de la biblioteca, que cuenta con el mayor fondo de Balears: 200.000 obras, la mitad de las cuales editadas hace más de un siglo.
En cuanto a los cambios en materia de seguridad, se aplicarán medidas tanto «de tipo físico como electrónico» encaminadas a evitar tanto incursiones no autorizadas como la sustracción de documentos. Según explicó Seguí, hasta el momento había «procedimientos básicos de seguridad. Desde ahora ésta será máxima», especialmente en la sala donde se guardan las obras de mayor valor, como los manuscritos de Ramon Llull. De hecho, esta colección crecerá próximamente con la incorporación de unos treinta manuscritos más que cederá la Provincia Franciscana. Las piezas "que en parte proceden del fondo Salvador Galmés y están expuestas en la Biblioteca Bartomeu March" no serán trasladadas hasta que se haya reforzado la seguridad.
Por otro lado, los espacios de almacenamiento de documentos de la Biblioteca se climatizarán «totalmente. La zona de máxima seguridad dispondrá de climatización con ionización, con unos filtros especiales que eliminan la cadena de crecimiento de organismos dañinos». La primera fase de los trabajos debería finalizar en un plazo de entre uno y dos meses.
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