El padre, la madre y la abuela del faraón niño Tutankamón, que hasta la fecha se desconocían, fueron presentados hoy en el Museo Egipcio de El Cairo, aunque la identidad de su madre sigue siendo un misterio.
El padre de Tutankamón, que reinó entre 1361 y 1352 a.C, fue Akenatón, su abuela fue la reina Tiye, esposa de Amenhotep III, y la madre no fue Nefertiti, tal y como se había especulado hasta ahora, anunció el arqueólogo egipcio Zahi Hawas.
Sentado frente a las momias de los tres miembros de la familia de Tutankamón, el experto explicó a decenas de periodistas congregados en el museo los resultados de los últimos análisis de ADN, desvelados ayer en un artículo de la revista científica JAMA. «Es un gran descubrimiento identificar la momia de Akenatón, padre de Tutankamón, e hijo de Amenhotep III», señaló Hawas, mientras apuntaba hacia la momia que fue descubierta en la tumba KV55 en Luxor, cuya identidad estaba envuelta en el misterio hasta hoy.
Los análisis han mostrado que Akenatón no sufría deformaciones en el cuerpo y que no tenía rasgos andróginos, tal y como aparece en los dibujos de los templos antiguos. «Fue un hombre normal y no fue homosexual, pero los pintores lo dibujaron así para representar la fertilidad, la vida y la religión, y alabar más a este rey», explicó Hawas.
La segunda momia identificada, que luce una larga cabellera de color castaño y fue descubierta en la tumba KV35, lleva el título de «la señora mayor» y es de la reina Tiye, esposa de Amenhotep III, y abuela de Tutankamón.
La tercera es de la madre del faraón joven, cuya identidad queda todavía por descubrir.
Hawas dijo que «la madre del rey Tutankamón es hija de Amenhotep III, y por eso no puede ser Nefertiti», aunque todavía no se conoce el nombre de esa momia. Los análisis de ADN mostraron que Tutankamón tuvo que ser el descendiente de una de las cinco hijas que Amenhotep III tuvo con la reina Tiye, por lo que Nefertiti, que no era hija de Amenhotep, no pudo ser su progenitora. «Esperamos que en los próximos seis meses podamos identificar a la madre de Tut y resolver los secretos sobre la esposa de este faraón dorado y sobre Nefertiti», señaló Hawas, que tenía a su lado su típico sombrero de «cowboy».
Recién nacidos
Otras dos momias de recién nacidos fueron encontradas en la tumba de Tutankamón y las pruebas de ADN han mostrado que son hijas de este faraón, pero aún no se sabe quién fue su madre, otro misterio que intentarán desvelar los expertos en los próximos meses.
Sobre la misteriosa muerte temprana del faraón a los 19 años, Hawas aseguró que Tutankamón, cuya tumba fue descubierta en 1922 por el británico Howard Carter en Luxor, a unos 600 kilómetros al sur de El Cairo, no fue asesinado, tal y como suponían algunos arqueólogos.
Para Hawas, el joven faraón sufría de malaria, no podía caminar por problemas óseos y se cayó justo antes de morir. Causas que, según el arqueólogo, contribuyeron a su fallecimiento.
Ante los periodistas y las cámaras de televisión, Hawas enseñó cómo caminaba Tutankamón cojeando. «Ahora revelamos al mundo desde aquí, El Cairo, cómo falleció Tutankamón», añadió Hawas.
El experto en egiptología piensa que los casamientos entre los miembros de la misma familia, como entre los padres y sus hijos, y entre los hermanos, muy común entre los faraones, podrían ser las causas de estas enfermedades.
Los descubrimientos anunciados hoy en El Cairo echan luz sobre el misterioso período de Amarna, en el que vivieron Tutankamón y Akenatón, que se desarrolló durante la segunda mitad de la dinastía XVIII en Egipto. «Este periodo es como una obra de teatro que no se sabe cuándo empieza y cuándo termina. Ahora conocemos el setenta por ciento del periodo de Amarna», comentó Hawas, contento por los nuevos hallazgos.
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