El Museo de Mallorca acogió un cóctel para celebrar el Día de los Museos. | Jaume Morey

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Los museos de la Isla celebraron ayer su Día Internacional con jornada de puertas abiertas, actividades complementarias y una buena asistencia de público, que se lanzó de nuevo a la celebración a pesar de coincidir la conmemoración con jornada laboral.
La Festa del Museu que cada año organiza en su patio el Museu de Mallorca varió al menú para «sorprender» a los asistentes, explicó su directora, Joana Maria Palou. Fresas, canapés y una suculenta barbacoa -novedad estrella- animaron la velada. Por su parte, el Museu Es Baluard vivió ayer una jornada intensa y heterogénea, comenzando con la inauguración de la muestra Nàufrags, que muestra esculturas y cuadros creados por pacientes psiquiátricos, que se podrán ver hasta el día 23. Además, el colectivo Basurama compartió con el público la culminación del proyecto Spermöla, en el que durante estos días han convertido en piezas artísticas los objetos que de otra forma acabarían en la basura. Sillones, mesas de planchar y restos varios adquirieron nueva dimensión artística ante la sorpresa del público, que pudo llevárselos a casa. La compañía de danza Mercè Boronat ofreció la performance To vibrate, en la que decenas de artistas y espontáneos buscaron durante tres horas la «meditación positiva y la vibración cerebral», explicó la coreógrafa catalana.
En el CaixaFòrum la jornada se aprovechó para inaugurar la exposición Dones. Mirall de cultures, que reúne 135 piezas que revelan cómo siete civilizaciones han plasmado la figura femenina a través de múltiples objetos artísticos. Esculturas, zapatos, joyas o tapices reflejan su rol social, familiar y religioso en cada una de estas culturas. El Casal Solleric aprovechó el Día de los Museos para reunir a los escultores de la exposición On roman l'esperit para un diálogo que culminó con la performance Dansa l'esperit, en la que alumnas del Conservatori, vistiendo etéreas túnicas lilas, danzaron entre las esculturas expuestas.
Los más pequeños no se quedaron al margen, gracias a propuestas como los talleres para escolares organizados por el Museu de Manacor o la gincana que tuvo lugar en Alcúdia. En Son Fornés se realizó un paseo nocturno por el yacimiento, mientras que el Castell de Bellver ofreció visitas reducidas a la Torre de l'Homenatge y recorridos por el Museu d'Història de la Ciutat.