Hopper falleció en su hogar en Los Angeles (California) esta mañana, rodeado de amigos y familia, indicaron las fuentes.
Hopper dejó papeles para el recuerdo, como en «El amigo americano» (1977), de Wim Wenders, «Apocalypse Now» (1979) y «Rumble Fish» (1983), de Francis Ford Coppola, y «Terciopelo azul» (1986), de David Lynch. También participó en dos películas españolas: «Reborn» ("Renacer», 1981), de Bigas Luna, y «Elegy» (2008), de Isabel Coixet.
Los últimos meses de su vida se caracterizaron por la petición de divorcio de su actual esposa, Victoria Duffy, y la lucha por el reparto de su herencia.
En abril, el actor conoció una decisión judicial por la que debía pagar a Victoria 12.000 dólares mensuales para ella y su hija de 7 años.
Un mes antes Hopper recibió su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood, acompañado de numerosos amigos como Jack Nicholson, y visiblemente debilitado por el cáncer.
Desde enero los medios estadounidenses especularon con la posibilidad de que el intérprete estuviera viviendo sus últimos días.
US Magazine explicó que el motivo que generó la petición de divorcio en enero fue una discusión en torno al testamento del actor y la cantidad económica que percibiría Victoria tras la muerte de éste.
Victoria es la quinta esposa de Hopper, aunque este matrimonio ha durado mucho más que los cuatro anteriores del actor, que incluyó uno de ocho días con Michelle Philips.
El intérprete recibía tratamiento desde octubre para el cáncer a través de un programa especial de la Universidad del Sur de California (USC), de Los Angeles.
Inmediatamente antes había concluido la grabación de la segunda temporada de la serie de televisión «Crash», basada en el filme ganador del Oscar a la mejor película en 2005.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
:((
Las mujeres que han sido esposas (puro enlace mercantil)no le dejan a uno morir en paz y hasta el último suspiro vital pretenden sacar tajada. Y eso que dicen que son románticas y ya no digo desinteresadas porque nadie se lo iba a creer. Nada más fácil que censurar a los muertos, proclaman los clásicos latinos. No caeré en esta bajeza y no puedo poner flores en tu tumba, por la distancia que nos separa, pero como artista de cine (vista tu imagen por tantos millones de personas sensibles al 7º Arte) que has sido en este mundo cruel e inhumano, te voy a dedicar como epitafio insuperable, lo que en estos casos del último adiós decía el sabio poeta andaluz don Antonio Machado: "La muerte es algo que no debemos temer, porque mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos." Pero tú serás inmortal, y después de muerto seguirás estando vivo en nuestros hogares, porque tu obra seguirá proyectándose. Descansa en paz, artista internacional, librándote de las exigencias de tu mujer, que ahora va a cobrar la herencia, pero tú ya no te vas a enterar.