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El escultor Ferrán Aguiló no ha puesto título a la exposición que inaugura mañana sábado, a las 20.30, en la galería Joan Melià de Alcúdia, (c/Castellet, 29), pero sí a las piezas. Y aunque él opina que no sabe «hacer metáfora», ha conseguido dotar de enorme poética al conjunto resultante de las «sencillas» palabras que ha escogido para denominarlas, y de las obras.
Así lo entenderá el espectador cuando pose su mirada sobre estos pequeños objetos a base de tubería de hierro, esas formas orgánicas que, en esta ocasión, están inspiradas, precisamente, «en la mirada» o en «el lugar de la mirada», los ojos.
Bres, batec, pols, fibló, esguard... son algunas de esas palabras que ayudarán a guiar la mirada del espectador, otra vez la mirada, sobre la intención del artista. «Intento no mentir», apunta Aguiló, «aunque el arte es la manera de decir verdades mintiendo». Y «como cada uno tiene su verdad», la suya es «intentar aportar al espacio publico una visión».
Porque Aguiló no se limita sólo al hecho estético de crear. Como artista se implica en la sociedad en la que vive y una de sus preocupaciones intelectuales y vitales es «la memoria», que reclama como parte vital propia «y de lo que somos», y sobre la que indaga; y también la tierra, en la que trabaja cada día, además de dedicar mucho tiempo a la lectura.
Aguiló, que se «resiste» a entrar en el universo de