Pere A. Serra, presidente de la Fundació Tren de l'Art, quiso destacar el elevado número de piezas con las que ya cuenta el museo, entre las que se encuentran expuestas en el jardín y las que permanecen en el interior y, sobre todo, agradeció la generosidad de las concesiones que se han sucedido desde la inauguración del centro hace casi un año. «Todas estas donaciones convierten a Can Prunera en un gran museo», afirmó Pere A. Serra.
Entre las entregas, dos obras pictóricas con marcada alusión al mar. Por un lado, la obra Mediterráneo , de la artista sollerica de adopción Eva Panadero, elaborada en técnica mixta (incluyendo materiales naturales como la sal) y perteneciente a una serie de cuadros sobre la misma temática. Por otro, la obra de Biel Mestre Oliver, colaborador de Ultima Hora, extraída de su última exposición sobre las embarcaciones típicamente mallorquinas.
Cabe destacar también el retrato que entregó el artista Carlos Prieto, uno de los pintores jóvenes «con más proyección nacional e internacional», destacó Pere A. Serra.
Cuatro piezas escultóricas fueron donadas ayer a Can Prunera por parte de los artistas Rafel Caldés y Miquel Morell. Mientras que el primero acudió al acto con su sobrino Joan Miquel, Morell estuvo representado por la familia que le acogió en su casa durante unos años, Francisco Sánchez y Maria Serrano, quienes expresaron la gran emoción del escultor al sentir el tributo que supone para su obra pasar a formar parte del fondo artístico de Can Prunera.
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