Noche de rock catalán en Porreres, ante un público «exigente»

Los años han tratado bien a Lax'n'Busto. Mientras otros coetáneos veían mermar sus ideas y cualidades con el paso del tiempo, este quinteto de 1986 entraba en el nuevo siglo con inspirados álbumes como Llença't o Morfina . Salva Racero lidera el proyecto desde 2006 en sustitución del carismático Pemi Fortuny, una permuta que no les ha restado punch . Quizás sea porque los de El Vendrell siguen escorados en unas cotas musicales que, pese a no dialogar con una técnica prodigiosa, sí conllevan los nutrientes esenciales de su sonido primigenio. Pocas bandas en la escena del rock català son capaces de montar una balada consistente sobre dos guitarras acústicas, para luego inclinarse hacia el rock más enchufado, sin que la combinación desluzca el resultado final.

Tras cuatro años como vocalista, y superadas las reticencias iniciales, Racero valora como «muy positiva su acogida e integración en el seno de Lax'n'Busto, no era una tarea sencilla sustituir a Pemi». Confiesa que la banda está trabajando en la composición de nuevos temas, aunque «no deseamos fijarnos una fecha de lanzamiento, la idea es publicar uno de los mejores discos de nuestra carrera». Asimismo, desvela que una evolución musical salpicará a las nuevas canciones, «tal y como han hecho veteranos como U2 o The Rolling Stones, no queremos estancarnos en un sonido clásico y en ese sentido deseamos beneficiarnos de los avances técnicos». El cantante contempla al público mallorquín «extremadamente exigente con los grupos de la Península».