Luis Ortas

El cineasta Luis Ortas. | ultimahora.es

M.DíazPalma de Mallorca14/08/10 0:00
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El cineasta Luis Ortas se servirá del realismo mágico para recrear en un documental la Palma de primeros del siglo XX, la del «Círculo Mallorquín, la nobleza que comenzaba a entrar en decadencia y la de la llegada de la modernidad» que inspiró el libro La ciutat esvaïda, de Marius Verdaguer. Lo hará partiendo de una entrevista que hizo en 2005 a Conchita Morell, nieta del pintor Fausto Morell, y gracias a la ayuda de 12.000 euros que le ha concedido la Regiduria de Cultura del Ajuntament de Palma.

El proyecto que Ortas presentó a Cort, a través de su productora Cinètica, se titula El regne de Momeràlia, «una excusa» para contar «en clave de realismo mágico» cómo era el ambiente artístico, social e intelectual de Palma en el inicio del siglo XX. Lo hará a través de la vida de la familia Morell del Palau Solleric. En realidad, Momeràlia fue un «reino imaginario» que se inventó Conchita Morell cuando era niña y vivía en el Solleric, y que mantuvo vivo a lo largo su vida. Ese reino, al que había dotado hasta de un himno, era una isla en medio del mar. El juego lo compartió con amigos como Falla o Sorolla, y familiares, que ostentaban cargos imaginarios.

Este mundo mágico que recreó Coxita en su imaginación, y que ya muy mayor compartió con Ortas, ha servido al director para ir dando forma a «un proyecto muy personal, muy mío», que ahora se hará realidad gracias a esos 12.000 euros de ayuda.

Antes de irse de vacaciones, Ortas ha explicado que «estoy buscando la fórmula para contarlo» y adelantó algunas ideas, como que «Palma será la protagonista» y que por la noche, unos fantasmas, que «representan a la gente de aquella época», se pasearán por la ciudad de su película. El cineasta también apunta que para el documental ha contado con los archivos fotográficos de la familia Morell.

Desde Cultura de Cort se han creado tres ayudas para el fomento de la creación de proyectos audiovisuales con el objetivo de impulsar el sector y recuperar la memoria de la ciudad, objetivo que cumple este proyecto de Ortas.