«Dos mallorquines que se conocen en una galería de arte clandestina durante una jam session. Así empezó todo», explica Colombàs. Una noche asistieron a una velada de micro abierto en Deià y ahí conocieron a Ruspell, ubucuo personaje de la escena local conocido por varios proyectos. «Se nos acercó para felicitarnos y nos propuso grabar un par de temas, que acabaron convirtiéndose en un disco completo».
«Supongo que ofrecemos música hecha con mucho sentimiento, muy sensible y que conecta», confiesa. Lo más curioso es que su música parece circular en sentido contrario a los tiempos: folk bucólico, contemplativo, sin ninguna prisa, que en ocasiones recuerda al de los noruegos The Kings of Convenience, aunque Oso Leone luzcan la piel tostada y el Mediterráneo pese demasiado. «No nos sentimos muy a gusto en la ciudad, aunque vivimos en ella. En realidad, la naturaleza es nuestra válvula de escape y de eso habla nuestra música. Creo que en el futuro viviremos cada uno de su propio huerto, sin muchas más necesidades».
Debut
El efecto de su álbum, editado por ellos mismos, ha sido sorprendente e incluso han empezado a aparecer videoclips por internet realizados por algunos fans por cuenta propia. El objetivo ahora es seguir ofreciendo conciertos y creciendo como banda. «No nos gusta tocar por tocar. Queremos hacer de cada concierto algo especial y la música de Oso Leone implica también una propuesta artística en cuanto a escenografía, visuales... Queremos tocar mucho, pero también queremos que sea en un espacio adecuado».
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
jajaja!