'Dos bandas y un destino', la filosofía «de la nueva y vieja escuela del rock»

Dos bandas y un destino se aleja de los convencionalismos propios de las giras conjuntas, donde los grupos actúan por separado para, finalmente, acabar con un fin de fiesta que muestra a la totalidad de los participantes sobre el escenario, interpretando a capella un viejo clásico. Aquí estamos ante un set de ocho músicos compartiendo, no sólo el escenario, sino un repertorio diferente al suyo propio en permanente cambio, donde los músicos entran y salen.

Según Javier Vielba, líder vocal de Arizona Baby, «todo surgió de forma natural, coincidimos con Los Coronas en diferentes festivales y, tal y como dicen, el roce hace el cariño. Ambos grupos hemos desarrollado un feeling que sería una pena desaprovechar, así que decidimos que podríamos sacar adelante un proyecto conjunto, amparado en la visión de dos bandas pertenecientes a la vieja y nueva escuela del rock».

Vielba confiesa sentir cierta sorpresa ante la polvareda mediática que está levantando la gira, sin embargo «no es algo que nos haya dejado del todo perplejos, desde el principio todo lo que ha envuelto a Arizona Baby ha supuesto la excepción que confirmaba la regla».

Puede que el factor suerte haya jugado a su favor, sin embargo a nadie escapa que la banda atesora uno de los directos más demoledores del mapa musical, «nos gusta darlo todo en los conciertos, que la gente llegue a casa con una sonrisa en la cara sabiendo que ha presenciado un espectáculo de la hostia».