Christina Rosenvinge ha dado un giro en sus nuevos temas. | Pere Bota

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¿Hay vida después de Tu labio superior? (2008). Sin duda. Responde al nombre de La joven Dolores , editado el pasado mes de enero, que sitúa nuevamente a la inclasificable Christina Rosenvinge en el centro de todas las miradas. La artista destapará sus cartas en el Teatre de Muro el 15 de abril.

En este concierto, la artista madrileña tendrá como telonero al músico y compositor residente en Mallorca John Tirado.

Rosenvinge charla con fruición del nuevo álbum. «En La joven Dolores ha prevalecido la voluntad de desnudar las canciones en lugar de vestirlas con nuevas capas, creo que en mis anteriores discos estaba forjando una imagen que no cuadraba con mi naturaleza, y ahora he dejado de esconder mi fragilidad», sostiene. Su labor de prospección ha sido una auténtica travesía por el desierto, sin embargo, ha merecido la pena encontrar el centro de gravedad oportuno para definir su música, «resulta agradable reconocerse en las canciones, pero esto no quiere decir que reniegue de mis anteriores trabajos, en los que vertí una parte de mis vivencias en Nueva York y de los que me siento muy orgullosa», confiesa para zanjar un pasado reciente marcado por la extrema calidad de unas composiciones que, desde un pedestal críptico, conectaron con un público selecto y reducido.

«En La joven Dolores he buscado unos textos entendibles para cualquiera, simplemente cuatro acordes y una pequeña historia de amor donde todos puedan reflejarse», lo consigue a través de once cortes en los que prevalece una atmósfera acunada por la melancolía, que conecta con la sentencia imborrable de Rob Fleming, personaje interpretado por John Cusack en la cinta Alta Fidelidad : ¿Escuchamos pop porque estamos tristes o estamos tristes porque escuchamos pop? «El estado emocional siempre es previo a la música».

Christina Rosenvinge. Teatre de Muro. 15 de abril. A las 21.30 horas. 15 euros.