El claustro de Sant Vicenç Ferrer de Manacor volvió a llenarse ayer de libros y de rosas con motivo de la Diada de Sant Jordi, en la que participaron las librerías locales, así como se potenció el intercambio de libros.
Desde primera hora de la mañana, la animación estuvo presente en el claustro y los más pequeños disfrutaron de la jornada, hojeando y buscando entre las publicaciones. Los cuentos desplegables y la colección de Gerónimo Stilton fueron los grandes éxitos infantiles de la jornada.
Aunque el día estuvo medio gris, nadie tuvo miedo del mal tiempo y el claustro se convirtió ayer en un gran escaparate para todas las preferencias. De hecho, uno de los libros más vendidos fue Víctimes invisibles del manacorí Antoni Tugores, seguido por El temps entre costures, de María Dueñas. En castellano destacó Picnic en Hanging Rock de Joan Lindsay.
En la comarca de Inca la mayoría de municipios adelantaron este año la celebración de Sant Jordi para incentivar la lectura entre los escolares, de manera que municipios como Inca, sa Pobla o Alcúdia (entre otros) poblaron sus plazas con los típicos puestos de venta hace ya una semana, antes de que comenzaran las vacaciones de Pascua. No obstante las librerías de la zona estaban ayer a rebosar coincidiendo con la celebración oficial.
Como cada año en Alcúdia, la biblioteca de Can Torró fue la auténtica protagonista de la fiesta y es que este mítico espacio abrió sus puertas hace ahora 21 años un 23 de abril. Hubo tarta de cumpleaños, cuentacuentos, el mago Cloquell, visitas guiadas, y para los adultos, lecturas y poemas por la noche.
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