Velas y notas manuscritas recordaron junto al muro de su casa del Albaicín granadino al cantaor Enrique Morente, fallecido el 14 de diciembre en Madrid. | Efe

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La familia de Enrique Morente aseguró ayer que el cantaor murió por una «grave negligencia médica» a causa de una parada cardíaca cuando estaba siendo intervenido por segunda vez y después de «horas perdiendo sangre». «Es hora de decir ya, con el aval de la autopsia, que Enrique Morente murió desangrado», explica la familia en un comunicado.

Los allegados del cantaor lamentan haber tenido que romper el «respetuoso silencio» que han mantenido hasta ahora para respetar la memoria de Enrique Morente, y lo justifican por la filtración de «noticias insidiosas y falsas» a partir de una «manipulación grotesta» del informe de la autopsia practicada tras su muerte.

«La familia se ve obligada a informar que es falso que Enrique Morente haya fallecido por complicaciones de un cáncer de esófago y que el informe final de la autopsia diga tal cosa o nada semejante o parecido», defienden en una nota en la que añaden que dicho informe alude a una parada cardíaca como la causante de la muerte.

«Una parada cardíaca», detalla la familia, «que sufrió Enrique Morente mientras le estaba reinterviniendo por segunda vez el doctor Moreno cuando, según la historia clínica, el paciente llevaba horas perdiendo sangre después de la primera cirugía que se le había practicado».

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ENCEFALOPATÍA HIPÓXICA ISQUÉMICA

La familia de Enrique Morente reproduce en su comunicado una parte literal de la autopsia: «La causa de la muerte está relacionada con una encefalopatía hipóxica isquémica secundaria a una parada cardiorrespiratoria intraoperatoria acaecida el día 6/12/10 y que originó una hipoperfusión encefálica global».

«Es decir», aclara la familia, «que falleció por una falta de riego sanguíneo en el cerebro, tras sufrir un paro cardíaco consecuencia de la pérdida de sangre que obligó a operarle de urgencia en la madrugada del día 6 de diciembre, sin prevenir a la familia». De esta forma, denuncian que su fallecimiento no se debió al carcinoma, «como alguien parece empeñado en afirmar».

A este respecto, los allegados de Enrique Morente añaden que la necropsia «refiere los hallazgos propios del tratamiento quirúrgico del carcinoma» que sufría el paciente, si bien no encuentra ni una sola célula maligna, tumor o metástasis en su análisis.