Imagen del grupo Dawholeenchilada en concierto.

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La expresión 'horror vacui' se utiliza en crítica de arte para describir el relleno, con algún tipo de imagen, del espacio vacío de una obra. A diferencia de sus improbables modelos pictóricos, el tercer álbum de los inclasificables Dawholeenchilada, no contiene relleno alguno. Tanto en cantidad como en calidad no puede decirse que hayan pecado de acumulación de elementos superfluos. El trabajo, bautizado como Apocalipsis Mariachi en Tagomago, será presentado este viernes a las 21.30 en la sala Assaig.

"Desde nuestro primer álbum hemos estado estancados en un estilo mutante,si hiciésemos siempre la misma música probablemente habríamos cambiado el grupo por un club de petanca hace tiempo" aclara con cinismo Pablo Ochando, líder espiritual de los 'enchilados'.

En Apocalipsis Mariachi en Tagomago mejoran lo expuesto en sus anteriores trabajos sin renunciar a sus acusadas señas de identidad: rock ruidoso de aliento angelino, pulso industrial y acento nihilista. El sulfuro licuado en sus letras sigue siendo corrosivo y los faros que guían su prospección sonora (rock, metal y rap) no han cambiado, así que tengan cuidado con la dosis, porque el veneno permanece. "No entendemos muy bien a los grupos que tratan la letra como algo secundario, la mayoría de las bandas españolas que cantan en inglés lo hacen para no complicarse, pero es mejor así ya que si se entendieran los dislates que dicen sería un atentado contra la razón", desvela un Ochando cuya hipotética carrera diplomática, seguro, no hubiese llegado a buen puerto. Rock, rap y metal. Quizá en ninguna de estas facetas sean excesivamente originales, pero en todas se desenvuelven con naturalidad, reflejando un carácter arrogante y obsceno. Puro rock and roll.