La idea del combo multiinstrumentista para bailar no es un invento de los setenta, pero sí fue cuando su fórmula más se explotó, quizá por eso Mastretta suene un poco a aquella década.
Convencidos de sus posibilidades, se entregan a esa estética de ritmos extrañamente tropicales, guitarras relajadas, percusiones juguetonas, ambientes de verbena crepuscular y teclados perturbadores, un collage multicultural que genera serias dudas acerca de si estamos ante algo inocente o ambicioso, superficial o repleto de ironía, con o sin pretensiones... ¿Saben qué? Pulsen el play y juzguen ustedes mismos.
Nacho Mastretta es el corazón de esta banda cuyo bioritmo musical nace en 1998, "empecé siendo muy joven, la música estaba muy presente en mi núcleo familiar, que prendiera la semilla de una relación directa era tan solo cuestión de tiempo", desvela. El recinto de Ses Voltes de Palma acogerá esta noche, a las 22.00, el concierto de carácter gratuito en el que presentarán su última entrega discográfica, Vivan los músicos (2009), un trabajo donde "ponemos solfa a los lugares comunes de la música", curioso modo de designar a su original tratamiento de pop, jazz y música de bandas sonoras, "si alguien quiere ser original tiene que regresar a los orígenes, hay que estar en contacto con la tradición para aspirar a mejorarla, pero siempre desde el respeto. El músico, como el poeta, el filósofo o los científicos, tiene la responsabilidad de convertir el progreso en realidad ".
Y el resultado suena natural, canciones de amplio espectro y huella profunda, auténticos chispazos de clarividencia exentos de ese tufillo a 'esto-ya-lo-he-oído-en-alguna-otra-parte'.
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