En su acepción más aproximada, un dandi es un «individuo que destaca por su elegancia y refinamiento». Si disociamos estos conceptos del medio puramente estético y los trasladamos al plano musical, en efecto, la noción de este cuarteto palmesano bien podría definirse como tal. Pero hay más. Sonar fresco es algo que se tiene o no se tiene, y The Last Dandies lo tiene. Encerrados en el plástico, suenan a todo y a nada en particular, pero en directo remachan un estilo personal que rebosa intensidad. Sin aspavientos, ni virtuosismos ni rarezas, Toni Cobretti, Dani Spies, Jordán Travieso y Jordi Herrera demuestran que se pueden hacer cosas muy grandes.
-¿Como marca comercial The Last Dandies resulta un nombre un tanto pretencioso, no?
-Es un nombre como cualquier otro [responde Toni Cobretti, cantante de la banda].
-El pasado cinco de julio tocaron en París, ¿qué tal encajó el público sus canciones?
-Muy bien, tocamos en la sala Gibus. Éramos la única banda española de un cartel compartido con otras tres bandas y pudimos comprobar cómo la gente se iba animando poco a poco, no nos conocían y creemos que les causamos muy buena impresión.
-¿Resulta un inconveniente vivir en un lugar con una movilidad tan reducida, se han planteado un cambio de aires?
-Basta con ir a un aeropuerto y tomar un avión, en pocos minutos estarás en cualquier lugar de la Península. Si realmente somos buenos, a los promotores no les importará pagar trescientos euros más para llevarnos a cualquier punto de la Península.
-¿Les beneficia que la escena indie haya sido absorbida por la cultura de masas?
-No existe tal escena, todas las bandas forman parte del mismo 'carrefour' musical.
-Con 13 o 14 años, en esa etapa crucial para definir los gustos ¿qué bandas escuchaban?
-Bueno, en el grupo conviven diferentes gustos musicales, pero coincidimos en bandas como Nirvana, Beatles o Pixies.
-Sus letras suenan naturales, no hay ninguna frase que suene forzada ¿componen de forma intuitiva?
-Habitualmente suelo hacerlo así, primero saco la melodía y luego incorporo los textos. En ocasiones compongo en torno a una idea propuesta por la banda, y otras tiro del chispazo del momento.
-...Y ese sentido un poco nihilista de las letras, ¿cómo lo explican?
-Voy un poco descarriado por la vida y a veces me salen esas letras. Son un poco 'Jackass', un nihilismo cachondo. De todos modos, cada uno puede interpretar las letras como quiera.
-¿Se sienten identificados como banda indie al uso o es una etiqueta demasiado generalista de la que prefieren distanciarse?
-Aunque en disco sonemos más pop, realmente somos una banda de rock. En los conciertos se comprueba que nuestro sonido es muy rock and roll.
-Sus canciones invocan a mil bandas indies de los noventa, tantas que parece un homenaje a ese sonido, ¿era el resultado buscado?
-En un principio sí, pero con el tiempo hemos ido delineando un sonido más propio, en las nuevas canciones que estamos preparando se nota.
-Johnny Marr dijo que el secreto de la canción pop perfecta es que letra y melodía sean una sola unidad, ¿comparten ese razonamiento?
-La canción perfecta no existe. Escribes una canción, te ocupas de letra, melodía y arreglos... pero en cada escucha quieres cambiar algo.
-¿Cuándo la diversión se convirtió en desafío?
-En el primer concierto que dimos, compartiendo escenario con Sidonie, pudimos comprobar la buena sintonía con el público.
6 comentarios
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qué sobrados
Jo respectava a Jordi Herrera per Satellites i Marzipan Man... Això canvia les coses
Primer concierto y con Sidonie? espeluznante documento
:O qué horror de ropa lleva el cantante. de qué va? quién se creerá que es? aaaagg, da rabia
un poco flipins el grupo
Aquí qué se trata, de hacer una entrevista o de que el entrevistador demuestre que es un pedante?