«Estamos sufriendo un momento muy malo. La campaña se afronta mal», dice Miquel Ferrer, presidente del Gremi d'Editors.
Entre algunos obstáculos, Ferrer destaca: «No sabemos si habrá suport genèric, ni libros de interés especial... En general, la cultura está sufriendo las consecuencias del tiempo que nos ha tocado vivir casi más que otros sectores». Su empresa, Edicions Cort, va a «reducir tiradas y aparcaremos lanzamientos arriesgados, aunque las editoriales viven de novedades, así que, a pesar de todo, hay que publicar libros».
En el caso de la Editorial Moll, su propietario, Francesc Moll, presidente del Gremi de Llibreters, explica: «De momento, sólo publicaremos dos novedades, las obras ganadoras de los premios Vila de Lloseta». Son La mar no sempre tapa, de Sebastià Bennàssar, y L'altre veu, del poeta Josep Fàbrega.
«Además de otros factores, es cierto que la gente compra menos libros», asegura Antoni Guiscafré, de Documenta Balear, quien también considera que «está afectando por ir igual a los títulos en catalán y en castellano». Lo mismo opina Maria Muntaner, de Lleonard Muntaner Editors: «Se ha notado igual en catalán que en castellano, nosotros editamos un 80 por ciento en catalán, pero notarse se nota, el bajón es el mismo». Muntaner también lamenta que «si en 2010 no tuvimos buenos resultados, este año está siendo mucho peor».
«La producción ha bajado de manera importante, las novedades escasean y las ventas también han caído», sentencia Toni Xumet, de El Gall Editor. «Lo peor es que las expectativas están muy a la baja. Veremos que ocurre después de Navidad», añade.
«Esperar» y ver cómo evoluciona la actual situación parece ser la única actitud a seguir por las editoriales, a cuyos últimos títulos (como los que se pueden ver en la parte superior de esta página) se unirán sólo otros pocos durante las próximas semanas.
3 comentarios
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en este pais,llamado españa¿hay algo que no este subvencionado con dinero publico?
A mí me gustan los escritores catalanes que escriben en castellano, vivos o muertos, como Marsé, Mendoza, Moix, Vázquez Montalbán, sintiendo una especial devoción por el Quadern gris de Pla, en donde salen por lo menos dos mallorquines y la opinión que tenía de nosotros el ampurdanés sardónico que como Pérez también estuvo en Mallorca en muchas ocasiones. No olviden que como decía Lara para cabrear a Cela y Umbral, entre otros, insistía que el primer escritor español (catalán) que vendió un millón de ejemplares fue José María Gironella con Los cipreses creen en Dios. Los escritores mallorquines són molt fluixets y las editoriales editan en catalán con un pam de boca badada para subsistir con las subvenciones.Vamos a ver al final que editorial me va a publicar mis "Crónicas mallorquinas de los amores pasajeros", con algunas pinceladas pornográficas de amores oscuros ambiguos, pero reales como la vida misma, con algún intercambio de pareja pionero, en la vida social palmesana, de la década prodigiosa de 1963-73.No se atreverían a publicarlo.