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Dicen que el sector audiovisual en Balears, ahora «en crisis», tiene futuro y quizá para llegar a él muchas empresas precisen de «una reconversión». La situación es «difícil» para los productores de la Isla, marcados en la mayoría de los casos por la deuda de la Administración, a través de IB3 y [M], y el recorte del negocio con la desaparición de esta última televisión. Muchos de ellos se dieron cita ayer en La Misericòrdia en una jornada organizada por la Mallorca Film Commission, en la que se habló de los retos y las nuevas oportunidades para el sector, y en la que se hizo pública la intención del Consell de sacar adelante un incentivo para fomentar la Isla como destino de rodajes.

En el encuentro se habló de las nuevas oportunidades con el impulso de la Isla como plató de rodaje; pero también de las tendencias del mercado, de los fondos de inversión, de los incentivos, de las necesidades de formación, de crear una escuela de oficios del cine y de los cambios tecnológicos a los que los profesionales deben adaptarse. El reclamo del encuentro interesó a todos. Productoras locales y alemanas, técnicos y periodistas secundaron esta convocatoria, en la que se recordó los 40 millones de euros que ha dejado el cine en Mallorca en 2011. Pedro Barbadillo, director de Mallorca Film Commission, comprendió «la lógica preocupación del sector por su futuro», que cree que pasa por la formación o reciclaje, la adaptación a las tendencias del mercado y las nuevas fórmulas de inversión del audiovisual, por ejemplo.

Inquietudes

Ayer también se manifestaron muchas inquietudes. ¿Quién se beneficia de los incentivos?, ¿se pueden abaratar los costes de las localizaciones?, ¿se puede facilitar información de las empresas que hay en la Isla a los productores internacionales?

El cine parece haberse fijado en Mallorca, pero «el mercado pide algo diferente a lo que tenemos», explicó Pedro Barbadillo. Hay oportunidades, pero «llegan en un momento difícil», recuerda Jaume Rodríguez, de Tresques. «Es importante que se ponga la Administración al día con nuestra deuda, de 30 millones», dice. Así el sector podría avanzar. «No podemos hacer un acto de fe mientras tengamos que pagar facturas», lamentó Luis Ortas, de Cinètica, mientras que Borja Zausen opinó que efectivamente de la captación de rodajes y de los incentivos se podrían ver beneficiados los profesionales de la Isla. Barbadillo valoró positivamente la jornada y adelantó que en adelante se harán encuentros «más específicos».