El elepé está formado por diez canciones producidas por Francisco Albéniz. Grabado «con mucho mimo», cuenta con la compañía de «grandes músicos», como Jaume Tugores y Pablo Di Salvo, además de otros colaboradores.
«Me gusta el minimalismo», confiesa Andreu. «Por este motivo es un disco sencillo, cuyo resultado es muy cálido, pero que dice mucho. Los textos tienen que ver con mis experiencias, aunque sé que son cosas que le pueden pasar a la gente. Es un disco muy personal e íntimo en el que se reflejan sentimientos como el amor, el sufrimiento humano y la ternura, así como algo de erotismo acompañado de romanticismo».
La cantautora revela que para la grabación ha tenido que recorrer «una larga trayectoria». El título, Hilando sueños, es «una metáfora» de este proceso, ya que para la compositora hilar «es un proceso artesanal, de elaboración lenta y calmada» y, como es natural, «anhelaba poder grabar mis canciones».
«Mi primer contacto con la música fue de pequeña, en las clases de solfeo de mi madre», recuerda. «Desde aquél momento ya sentí que algo de la música me tocaba. Después de eso fui muy irregular, tuve mis más y mis menos durante la adolescencia y hasta los 27 no me puse más en serio. Fue cuando empecé a tocar la guitarra. Después entré en La Búsqueda, donde aprendí mucho e hice grandes amigos. Pasados unos años tuve una mayor necesidad de componer, y empecé en solitario hasta que ahora, por fin, pude grabar mi primer disco».
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