La actual situación económica ha propiciado que la sociedad se acostumbre a oír el temido término ERE (Expediente de Regulación de Empleo). Un proceso por el que ha pasado el Teatre del Mar para poder afrontar la temporada de primavera, cuya programación fue presentada ayer «gracias al público» que asistió al teatro el año anterior.
Carles Molinet, director de la entidad, lamentó que la junta directiva tuviera que tomar, el pasado diciembre, «decisiones no deseadas», consecuencia de las reducciones en patrocinios y ayudas administrativas, que han llevado al teatro a acometer un ERE, que dejó su estructura «más frágil que nunca». Algo que supone riesgo de «derrumbe si no se arregla». Ha sido un «sufrimiento» para conseguir «sacar adelante» la temporada de primavera».
Del 31 de marzo al 27 de mayo se podrán ver diversas obras con la mentira y la verdad como nexo común. Con Llorar por llorar (del 12 al 15 de abril) se «palpará la mentira más directa en una obra divertida». Reglas, usos y costumbres de la sociedad moderna (del 3 al 6 de mayo) mostrará la «hipocresía que oculta la sinceridad», mientras que Patos Salvajes (del 10 al 13 de mayo) ofrecerá «las mentiras necesarias con su humor absurdo». Después de la «buena acogida», El sopar (del 24 al 27 de mayo) volverá para mostrar «las verdades del actor» con su «improvisación».
Eventos especiales
El programa lo completan dos actuaciones especiales, una del músico Daniel Higiénico (31 de marzo) y otra de la bailarina Catalina Carrasco (27 y 28 de abril). Además, nace una nueva plataforma, Escena Educativa, la cual ofrece un pase para mostrar «la oferta educativa que tenemos preparada para el curso 2012/13» a los docentes.
2 comentarios
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Es cierto que el PP despilfarra mucho dinero público allá donde le interesa y que con una buena gestión se podria destinar más y mejor... pues la cantidad que a veces llega es ridícula en comparación con otros. Pero como empresario, ERE'S nosotros también hemos realizado para subsistir, y vivimos como no puede ser de otro modo del público-cliente también, nuestra situación no es que sea frágil sino lo siguiente, dada la situación actual y la diferencia reside en que la nuestra empresa se mantiene con el dinero del público-cliente, y el Teatre del Mar (mayoritariamente)con el dinero de las instituciones.
Increible, que se salve por personas que las acribillan a impuestos y bajan los sueldos, que verguenza de política y de grandes empresas que no les debe interesar esa nimiedad, pero para el tenis o deportes en lo que han de pagar una burrada de dinero, ahí si que dan. La cultura de este país deja mucho que desear, porque el dinero es lo único que importa.