Joan Soler expone en Alaró las telas más depuradas de 'Jardí cremat'

Soler se mantiene fiel a un estilo que evoluciona y depura y que se caracteriza por una combinación de orden y sensualidad, de formas geométricas, que proceden de su formación arquitectónica, y de otras que surgen de un paisaje «interior, de sentimientos, relaciones humanas, de conflictos, porque el artista forma parte de la realidad cotidiana, no somos seres extraños a lo que sucede a nuestro alrededor, la obra es un reflejo de lo que se vive y se sufre».

«Obseso del equilibrio», con una técnica depurada en la que combina colores y texturas con la sabiduría que dan el trabajo, la constancia y la reflexión, su obra corresponde a una dualidad, aquella que aúna «la racionalización y el azar». Soler asegura que la pintura «me exige sosiego y lentitud, soy opuesto a las prisas, que es lo que pide el mercado, producir por producir». Ahora, el público verá que en sus últimas telas «han desaparecido los efectos especiales», porque «el arte tiene que contener fondo, contenido».

En el piso superior de Son Tugores, Soler hará una instalación retomando El bosque de Mondrian que hace diez años 'plantó' en las salas de la Fundació Miró tras ganar el Premio Juncosa y Sotheby's, «una vía de investigación» sobre el trabajo del artista holandés de las vanguardias históricas, unas piezas con volumen en las que juega con los opuestos.

Joan Soler. 'Jardí cremat'. Inauguración 14 de abril a las 20. Son Tugores (Alaró). Hasta el 2 de junio.