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Valldemossa se convirtió ayer en un lugar de peregrinaje para los amantes de la pintura y el arte con motivo de la quinta edición de la Trobada de Pintura que acoge la localidad. Como novedad de este año, los participantes debían dar forma a unas obras de pequeño formato, «algo novedoso y que permite que puedan dar todas las pinceladas a las obras», explicó uno de los organizadores, Antonio Bibiloni, quien celebró el «gran éxito» de este año.

Un total de 85 participantes instalaron sus caballetes en la Plaça de la Cartoixa del municipio, armados con sus pinturas y sus pinceles, y a la expectativa de convertirse en uno de los tres ganadores de la trobada . Finalmente, el primer puesto fue para Marius K, quien recibió una simbólica medalla denominada Cartoixa d'Or. En segundo lugar, la Cartoixa de Plata fue a parar a las manos de Caterina Figueroa, y a Jack Solomon fue entregada la Medalla de Bronze.

El encuentro animó la jornada en la localidad y llamó la atención de los residentes y, sobre todo, de los turistas, quienes recibieron «con entusiasmo» esta iniciativa que organizan la asociación Art Viu, el Ajuntament de Valldemossa y La Caixa.