La actriz Concha Velasco se despide del actor Tony Leblanc, fallecido ayer a los noventa años a causa de un fallo cardiaco, en la capilla ardiente instalada esta mañana en el teatro Fernán Gómez de Madrid. | Efe

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Multitud de ciudadanos dieron ayer su último adiós a Tony Leblanc, el cómico de los años 60 reconvertido en padre del grotesco Torrente, al que agradecieron su sentido del humor «en momentos difíciles» y su capacidad para «hacer crecer» a toda una generación «con la risa». Estos agradecimientos quedaron escritos en los libros de condolencias durante el velatorio en la capilla ardiente, instalada en el Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid.


Muchos compañeros de profesión, en especial cómicos, también le despidieron con tristeza y recordaron el sentido del humor de Leblanc y su voluntad de que su epitafio rezara: «Aquí yace un cómico. Fin de la primera parte».
Su sentido del humor reunió, según Carlos Iglesias, director de Un franco, 50 pesetas, a «todo el casticismo y la gracia de Madrid».

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La actriz Concha Velasco, compañera de reparto en más de una decena de películas, prefirió quedarse con la humanidad y el compañerismo del protagonista de Las chicas de la Cruz Roja o Los tramposos: «Tenía tanta luz que no necesitaba chupar foco para quitárselo a los compañeros».

Santiago Segura, el ‘culpable' de la exitosa vuelta de Leblanc al cine, confesaba que mientras se dirigía a la capilla ardiente se había dado cuenta de que era la primera vez que iba a ver a Tony Leblanc «sin estar contento». «Siempre que iba a ver a Tony me alegraba».

Los actores Pilar Bardem, Sara Montiel, Imanol Arias, Pedro Ruiz, Conchita Bautista o Laura Valenzuela, así como la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el ministro José Ignacio Wert, y el presidente de la Academia del Cine, Enrique González Macho, también rindieron un último adiós a uno de los grandes cómicos de nuestro cine.