La obra «Practices tosuck the world», de Bernardí Roig. | Galería Max Estrella

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«Optimismo». «La feria va como el año pasado». «Afrontamos esta semana con ilusión y ganas». Los galeristas mallorquines presentes en la 32 edición de Arco en Madrid, que abrió sus puertas ayer y que hoy será inaugurada por los príncipes de Asturias, acogen de esta manera su nueva participación en una feria internacional de arte contemporáneo a la que ya acudieron la pasada edición. Se trata de las galerías Maior, Horrach Moyà, Pelaires y Xavier Fiol.

«La subida del IVA es mala para el arte, aunque llegamos a esta edición de Arco cargados de ilusión y de buenas perspectivas», señaló Jero Martínez, responsable de Maior, quien destacó el importante movimiento de coleccionistas de la primera mañana de feria. «La verdad es que hemos recibido la visita de coleccionistas interesados en nuestros artistas», añade. Su apuesta pasa porque el sector reclame una rebaja del IVA cultural a niveles de Francia o Alemania países en los que se tributa al 7 y 8 por ciento, respectivamente.

Para Juan Antonio Horrach, «la feria ha empezado bien, como el año pasado, ya hemos vendido dos obras de Joana Vasconcelos y otras dos de la mallorquina Susy Gómez». «Hay que destacar que los coleccionistas internacionales invitados por la organización aportan calidad y adquisiciones importantes en un momento en que la subida del IVA cultural afecta a los nacionales» apuntó el galerista. Arco ha invitado en esta ocasión a un total de 250 entendidos en arte extranjeros.

En cuanto a la ayuda recibida este año por los galeristas isleños para transportar sus obras a Madrid, por parte del Govern a través del Institut d’Estudis Baleàrics (IEB), Horrach afirmó que «representa una partida pequeña, pero ha sido bienvenida por todos».

Pep Pinya, de Pelaires, echa en falta este año la presencia de compradores de arte de alto nivel, aunque destaca la presencia en su estand de numerosos coleccionistas extranjeros. Ayer ya vendió algunas obras. Sobre la polémica de la subida del IVA, cree que lo más importante «es la calidad de la obra, del artista y del estand». Es positivo a la espera de la visita hoy a su galería de los príncipes de Asturias.

Por otro lado, un desconocido dañó ayer en Arco la escultura Ejercicios para chupar el mundo, de Bernardí Roig, valorada en 55.000 euros, tras precipitarla al suelo y romper parte de su estructura. La pieza volverá hoy a la feria tras ser reparada