Concierto

El Auditòrium de Palma fue ayer escenario del concierto de la mallorquina Chenoa. | Pere Bota

Xavi SolàPalma02/03/13 0:00
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Chenoa siempre ha manifestado que le embarga la emoción cada vez que se sube a un escenario de la Isla, y la de ayer no fue distinta. La mallorquina mostró su alegría al poder actuar frente a su público en un recinto tan especial como el Auditòrium de Palma. Tal y como adelantó en estas mismas páginas, la cantante atacó sus partituras más populares, al tiempo que desvelaba alguna de las nuevas canciones que formarán parte de su inminente séptimo álbum de estudio. Acompañada por su banda al completo, Chenoa protagonizó un recital que hizo las delicias de los cerca de 1.000 fieles seguidores que le arroparon en su visita a Ciutat.

La puesta en escena era simple, pero la intensidad que destilaba el show no precisó de mucho más atrezzo para deslumbrar. Chenoa no estaba sola, ya que un teclado, una batería, varias guitarras y una corista percusionista le acompañaron en un electrizante recorrido, con parada en sus canciones más celebradas y algunas de las nuevas composiciones, que todavía están pendientes de estreno. Irrumpió cinco minutos por encima de la hora prevista, ataviada con un vestido blanco y negro, muy sexy, que realzaba muy positivamente su físico.

La cantante se situó bajo el haz de luz mientras se desataban los primeros acordes de Cuando tu vas, tema incluido en su primer álbum homónimo, editado en el año 2002. Le siguió otro de los clásicos de su repertorio, Yo te daré, a cuya conclusión dedicó sus primeras palabras al público: «Buenas noches, qué nervios... No sé ni cómo me he pintado la raya de los ojos, porque con el tembleque me costaba. Lo primero de todo, quiero dar gracias a todos porque sé que con la que está cayendo cuesta mucho comprar una entrada». Tras su presentación, Chenoa, muy ‘parlanchina', no pudo evitar emocionarse. El público se lo agradeció con sonoras ovaciones mientras arrancaba otro de sus hits, El tiempo que me das.

Con En tu cruz me clavaste o Rutinas, los asistentes se iban entregando más y más en este concierto que estaba previsto que se prolongase durante varias horas.