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La zarzuela es un género que traslada casi por arte de magia al barítono menorquín Lluís Sintes a otra época, cuando era pequeño, y que le recuerda la afición que por ella tenían sus abuelos. Así que «siempre que puedo vuelvo a ella». Hoy lo hace estrenándose con un título, La verbena de la Paloma, en el Auditòrium de Palma.

Bajo la dirección de Josep Maria Damunt, Sintes se mete «en la camisa, en el rol» para defender la interpretación de Julián, «un cajista de imprenta, al igual que el autor del libreto, Ricardo de la Vega», comentó Damunt. El director destacó la «gran calidad» de esta obra, a la que puso música Tomás Bretón, y comentó que se enseña «en el Conservatorio de París como ejemplo de armonización, composición y contrapunto».

Lluís Sintes compartirá escenario con otros cuarenta cantantes para defender un espectáculo con «reflexiones muy bonitas» y en el que la dificultad está «en hacerlo real, creíble, porque es un texto muy cercano, con un lenguaje muy coloquial». El músico reconoce que le interesa «diversificar su trabajo, soy muy curioso, y es importante enriquecerse de todas las experiencias», así que aconseja a los jóvenes «que no dejen de hacer zarzuela». «La programación va también por modas, pero algunas zarzuelas están muy localizadas en diferentes zonas de España, así que siempre habrá alguien que las programe», comentaron en la presentación de este espectáculo, en el que Sintes «me ha sorprendido. La parte dicha la hace muy bien. Habla bien, siente la obra», apuntó Josep Maria Damunt.

La verbena de la Paloma debía representarse mañana en el Auditori d'Alcúdia, pero la función se ha suspendido por problemas técnicos.