PALMA BOTA Can Domenech. Y | Pere Bota

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El casal de Can Domènech, sede del Consorcio de Pol·lèntia en Alcúdia, reabre progresivamente sus puertas, año y medio después de que finalizaran las obras de reforma integral del edificio. Aunque la alcaldesa, Coloma Terrassa, niega oficialmente que las obras lleven año y medio finalizadas, las certificaciones de obra dan cuenta de que en agosto de 2012 se realizaban los últimos acabados. Las dificultades para obtener el final de obra y el consiguiente contador eléctrico han venido retrasando hasta ahora la mudanza.

Superadas las dificultades, las oficinas de Patrimonio del Ajuntament d'Alcúdia se han trasladado al inmueble esta semana y, aunque la alcaldesa confirma que «no habrá inauguración hasta pasadas las elecciones», confía en que el próximo mes de julio el equipo de arqueólogos que trabaja en Pol·lèntia pueda alojarse en el edificio.

El edificio, de alto valor patrimonial, fue durante años la sede de la Fundació Bryant d'Alcúdia impulsora de las excavaciones de Pol·lèntia en la década de los 60. El inicio en mayo del 2000 de los trámites para declarar el inmueble Bien de Interés Cultural (BIC) propició que en diciembre de 2003 el Consorcio de la ciudad romana de Pol·lèntia (integrado por el Consell, el Govern y el Ajuntament) cerrara un acuerdo para comprar el inmueble por un importe de 600.000 euros.

Comenzó entonces un complicado proceso para devolver su esplendor a la casa. Finalmente, el Ministerio de Fomento adjudicó las obras de reforma del edificio el 9 de agosto de 2011 por un importe de 1,08 millones de euros. La Secretaría de Estado de Vivienda y Actuaciones Urbanas asumía la financiación del 60 por ciento del coste mientras que el Consorcio se comprometía a pagar el 40 por ciento restante.