Mercè Sancho, Josep R. Cerdà, Marga López y Albert Mèlich, ayer. | Michel's

TW
1

Las reuniones asamblearias transcurren a través de WhatsApp. Jardí desolat todavía es un ciclo incipiente, germinó de casualidad, pero la intención es que adopte estructura de festival teatral veraniego. Regresa ampliado en el tiempo tras ser avalado por el público en su nacimiento, el año anterior y centrado en Chéjov, con más de 1.000 espectadores. En esta edición el padrino es otro: Shakespeare. Cuatro montajes, de Josep R. Cerdà, Núria Vizcarro, Bernat Molina y Corcada Teatre, se instalarán en Can Alcover (Palma) desde hoy y hasta el 3 de agosto.

Hamlet Party , de Josep R. Cerdà, coordinador del ciclo, será la primera obra que se represente. De hoy al 15 y del 19 al 22 de junio, a las 21.00. «Está inspirada en La gran belleza. Veía ciertos paralelismos con Hamlet porque también habla del poder, juega con esa fiesta de socio, como el Village de la Copa del Rey o estas fiestas pijas de verano. Pensé que era interesante ver cómo detrás de estas fiestas también hay mucha porquería», explica Cerdà.

El siguiente montaje, Ser o no ser Otel·lo (o com tot se'n va a la merda un dia qualsevol) , de las compañías Vellut Teatre y Neo Rural, deconstruye, con humor, Otelo , del 26 al 29 de junio y del 3 al 6 de julio. El filme Otel·lo , dirigido por Hammundi Al-Rahmoun, se proyectará el 27 de junio.

Esencia

El espectáculo O , del 10 al 13 y del 17 al 20 de julio, succiona la esencia de Otelo , «la voluntad ha sido presentar una situación, unos personajes y una acción etérea», puntualiza el actor Albert Mèlich.

En Deliri d'una nit d'estiu , la última pieza, confluyen una serie de historias paralelas que clausurarán el ciclo, del 24 al 27 de julio y del 31 de julio al 3 de agosto.