Integrantes de La Gran Orquesta Republicana.

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La Gran Orquesta Republicana (LGOR) nació en Mallorca pero bien podría haberlo hecho en París, como la Revolución Francesa. Corría el año 1997 y sus canciones recogían la vitalidad de los sonidos de la calle, un fresco crisol de rock, ska, punk y reggae trufado con frases que invitaban a la reflexión política. Basta escuchar su último álbum, Todo es posible, para tomar conciencia de que nada ha cambiado en el panorama de esta banda de sonido híbrido que este viernes, en la sala Es gremi de Palma, presentará nuevo material a partir de las 21.30

Javier Vegas, vocalista del conjunto, nos adelanta que las canciones de Todo es posible «están escritas entre los años 2006 y 2014. Mezclan letras de amor y politica que reflejan mi opinión sobre el clima politico». Ni en la forma ni en el fondo ha claudicado, la suya sigue siendo una lírica particularmente beligerante con estos tiempos sin ley, en los que el chorizo campa a sus anchas. «A nivel musical, las canciones siguen caracterizándose por la mezcla de diferentes estilos, si alguién encuentra diferencias con el pasado es fruto del paso del tiempo, todos evolucionamos y con nosotros la música», agrega. El escenario sigue siendo su punto fuerte, «de hecho es la base de la banda. Entendemos la música como un oficio y aunque hemos disfrutado muchisimo grabando el disco en el estudio de Jordi Tugores, cuando realmente somos felices es tocando en directo». Tras firmar una versión del tema de Lluís Llach L'Estaca, con el que se alineaban en pos del colectivo docente en su pugna con el Govern, Vegas admite que «más adelante llegarán más canciones en catalán, el idioma de la tierra que pisan nuestros pies».