Juan Graves, a lzquierda, junto a Tomàs Graves, en Deià.

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«Este es el post más difícil que he tenido que escribir, pero ahí va». Con estas palabras anunciaba en la red social Facebook el músico Tomàs Graves, hijo del prestigioso literato Robert Graves, que su hermano Juan, guitarrista, había fallecido la pasada madrugada a los 70 años en la localidad de Deià, municipio en el que residía junto a su familia.

Tomàs Graves relató en el mismo post que su hermano Juan, tras sufrir graves problemas de salud, y «a pesar de los problemas logísticos, insistió en volver a su casa de la montaña, en Son Coll, donde murió en la cama esta mañana [este lunes] a las 3.30 horas, pacíficamente y sin dolor, dándole un pequeño apretón a la mano de su mujer, Frances». Su hijo Llewelyn Graves también estaba en la casa».

Juan Graves era «una pieza clave en la vida y el paisaje de Deià, todo el mundo le quería y tenía tiempo para todos», prosiguió su hermano. «Si se cruzaba con alguien por la carretera, paraba el coche, apagaba el motor y bajaba la ventanilla para conversar», recordó. Además, «inspiró a toda una generación de músicos mallorquines, no tanto por su técnica, sino porque, como Wilko Johnson o Keith Richards, encapsulaba el espiritu del rock and roll, pero sin sus excesos».

En Deià tuvo lugar este lunes una misa para honrar a un músico «inolvidable».