Imagen promocional de Raphael.

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Encontrar un español, de la edad que fuera, que no conociera temas como Escándalo, Mi gran noche o Yo soy aquel resultaría una tarea casi hercúlea. Con una trayectoria profesional de más de cincuenta años y multitud de galardones, el que fuera bautizado como ‘el ruiseñor de Linares’ es una de las voces más reputadas y queridas del panorama musical nacional. La semana que viene, los días 11 y 12, Raphael realizará una parada de su Gira de amor y desamor en el Auditòrium de Palma.

—¿Qué pueden esperar los asistentes a su concierto?
—Algo diferente a lo que vieron la última vez. Cada temporada intento cambiar, aunque las joyas de la corona, como yo las llamo, siempre están ahí, porque al fin y al cabo es lo que el público quiere escuchar. También interpretaré algunos temas que presentaré en el Teatro Real.

—Parece que esta ha sido la gira más intensa de su carrera, ¿cómo la está viviendo?
—Sí, es una de las más largas y exitosas de mi historia, la he paseado por todo el mundo y he ofrecido conciertos casi a diario.

—El año pasado fue cabeza de cartel de Sonorama, un festival indie. ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Cómo fue el contacto con el público joven?
—Me parece normal estar ahí. Soy indie por los cuatros costados. Los jóvenes reaccionaron muy bien, fue una noche maravillosa.

—También tenía pensado volver al teatro con Jekyll y Hyde. ¿Sigue en pie?
—No pondremos nada en marcha hasta que el IVA no vuelva a su sitio. Así es imposible hacerlo.

—El nombre de su último álbum, De Amor & Desamor, hace hincapié en el tema más habitual de su discografía. ¿Prefiere cantarle al amor o al desamor?
—Sí, hay que reconocer que mas del 90 por ciento de los temas que canto son de amor y desamor. Cantarle al amor es romántico, pero el desamor tiene más chispa, más empuje para mi forma de ser en el escenario.

—¿Qué puede contarme de Mi gran noche, su vuelta al cine junto a Álex de la Iglesia?
—Se estrena el día 22 de octubre, aunque antes se verá en el Festival de San Sebastián. Creo que es labor de Álex contar su obra, pero puedo decir que el público se va a reír muchísimo con esta película, que tiene mucho ritmo y una factura muy americana.

—¿Cuál es su papel?
—Con este personaje he tocado un palo que no había tocado en toda mi carrera cinematográfica. La película es un puro disparate, un Aterriza como puedas. La gente va a ver a un Raphael diferente al que están acostumbrados, a uno un poco malo. Me ha divertido hacer algo tan distinto a mí mismo.

—¿Por qué decidió regresar a la gran pantalla tras 40 años de parón?
—Álex y yo llevábamos mucho tiempo discutiéndolo, y me convenció a través de su guion.

—Tras una carrera tan larga, ¿le queda algo por conseguir?
—¡Si yo estoy empezando! He tenido una carrera fantástica en la que he aprendido muchísimo y ahora es momento de ponerlo todo en práctica.